domingo, 20 de diciembre de 2009

Tiempo de amor

Tiempo de amor, de olor a leña y calor de fuego en el hogar.De sabor a turrón y mazapán, de tardes con rosquillos y mistela, noches de brindis con champán. Luces de colores, narices frías y chocolate caliente. Gorros, guantes y bufandas. Risas infantiles, regalos y reyes magos. Nieve y frío, Navidad.

Es el principio de un cuentecito que escribí hace muy poco, y yo, que soy poco navideña, no encuentro mejores palabras para desear a todos una Feliz Navidad.

Que el año que comenzará en tan solo unos días os llene de alegrías.

Os quiero.

Besos.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Ser o no ser

Un buen amigo me llamo valiente y decidida hace un par de días.
Esa quiero ser yo, le dije, esa eres tú, me dijo.
Sientes lo que vives, añadió.
Y eso quiero hacer yo.
No hace mucho escribí un pequeño relato de alguien que se moría. Por circunstancias lo han leido más personas de lo habitual. Mantuvimos después una charla sobre la vida y la muerte. Aprovechar cada día, porque nunca se sabe cual será el último. Todo eso, estaba en mis palabras escritas sobre papel.
Me sé perfectamente la teoría.
¿Por qué no se llevarlo a la práctica?




martes, 1 de diciembre de 2009

.....

De repente sentí ganas de hablar con la dependienta. Como un borracho que habla con el camarero en la barra de un bar. Por soledad, por desahogarse, por tener un poco de conversación con alguien a quien le das igual. No me gusta repasar mi vida, lo que tengo, lo que no, lo que deseo y lo que soy capaz de conseguir. No me vale eso de que todos somos capaces, de que querer es poder, no, a mi no me vale. Pero si me pongo a ello, puedo poner el ejemplo de que no tengo algo que casi todas las mujeres tienen. No tengo amigas. Es cierto que lo compenso con amigos, pero son ciertamente especiales estos amigos, por buenos y por las circunstancias que rodean nuestra amistad.
Soledad, hay tantas maneras de estar solo.
No envidio a las mujeres con cientos de amigas, no echo de menos las confidencias, ni salir a comprar trapitos, ni intercambiar un bolso o unos zapatos para una ocasión especial. Yo hago todas esas cosas sola, como puedo, y para los trapos he descubierto lo maravillosas que pueden ser las dependientas. Te aconsejan, buscan las tallas sin problema, te dicen lo delgadísima que estás, y cuando te marchas les pagas... y ya no le debes nada. Nunca le fallarás, a menos que no te lleves todo lo que te has probado, pero aun así, siempre se despedirán con una sonrisa.
Ayer me compré una talla 36, cuando uso una 40 o 42. ¿Cómo hizo el milagro la dependienta? No lo sé, pero en esos momentos me hizo sentir muy bien, tanto, que fue como si me acompañase mi mejor amiga.
Me pregunto si todavía cabré en el pantalón....


viernes, 27 de noviembre de 2009

Porque sí.

Te he seguido toda la noche, pero no he conseguido tenerte.
Es lo malo de verte sólo en sueños.
Contener el aire, y respirar únicamente en tu presencia.
Pisadas en la nieve, noche de luna llena.
Narices heladas y fuego en el hogar.
Todo conformando un sueño, donde no lograba alcanzarte.
Siempre un minuto por delante, o un minuto por detrás.
Interminable espera.
El fuego que no se alimenta, se apaga, rescoldos que arderán con el más leve soplo de tus labios.
Ascuas que esperan...


No quiero dar explicaciones, no, si no deseo darlas. No quiero explicar lo que escribo, ni por quién lo escribo, ni siquiera si simplemente no hay destinatario alguno. Sólo quiero dejar salir mis palabras, ponerlas por escrito. No me arrepiento de no ser totalmente anónima, aunque en algunas ocasiones eso haya sujetado, aunque no cortado, las alas de mis palabras. Es por eso por lo que todavía, echo de menos la libertad de quién me dio la oportunidad de empezar a escribir. Ella era libre, totalmente libre y nunca explicaba nada que no quisiera explicar. Quiero, deseo, recuperar esa parte de mi, esa independencia, y así lo haré.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Un buen día.

Hace poco he tenido que hacer "público", uno de mis grandes secretos. Por diversas causas, he tenido que confesar que tengo una gran pasión, algo de lo que no hablo, que oculto, que casi hago a escondidas, algo de lo que me siento orgullosa, pero que guardo celosamente para mi. Algo que compartía y en cierto modo sigo compartiendo con muy pocos.
Tuve que contar que escribía, que me gusta, que adoro escribir, y que encima me han dado un premio. Fue por ir a recoger ese premio por lo que he tenido que hablar de todo ello. Han sido pocas las personas, y he de decir, que aún menor ha sido el interés que ha despertado. Tonta de mi, pensé que iban a querer saber, que preguntarían o que al menos sentirían algo de curiosidad, pues no, nada de nada. Mi "secreto", no ha levantado revuelo alguno. La culpa, quizá no sea esta la palabra, es mía por creerme especial y distinta. Por pensar que tenía una "habilidad", un "talento", que no todos poseen. Pero bueno, quizá mejor así. Como siempre, me han felicitado aquellos a los que les importo, y en ocasiones como está es cuando de verdad se ve, quién si y quién no.
Fui a recoger mi primer segundo premio, único hasta ahora y quién sabe hasta cuando, a un maravilloso pueblo. Un lugar pequeño del que yo había escrito. Fue como hacer un viaje hacia atrás, primero escribí de el, luego lo conocí. Que sus gentes eran amables me constaba, no hice más que confirmar que no me equivocaba. Además tengo que añadir, que conocí en persona y por fin, a un gran amigo. No he tenido mucho tiempo de comentarlo con él, pero en ningún momento tuve impresión de "primera vez", era como si nos hubiéramos visto el día anterior. Me sentí mucho más cómoda de lo que pensé que podía estar. La entrega de premios fue también algo, podría decirse que íntimo, los premiados y pocos más. Ya se sabe que en todas las grandes ocasiones, no están todos los que son, ni son todos los que están. A parte de eso y de la vergüenza propia de mi que casi me impide articular un simple "Muchas gracias", todo estuvo muy bien.
Aún no he enmarcado el diploma, pero desde luego ocupará un lugar de honor en este rincón "casi mío" de la casa.
Quiero dar aquí los agradecimientos que no fui capaz de dar cuando me entregaban el premio.
A Emilio por pensar que podía ganar, y confiar siempre en que lo haría.
A ti cariño, por leerme siempre, por ser paciente conmigo y con mis exigencias, y por continuar a mi lado.
A Nemesio, que también pasa horas leyendo todo lo que escribo y que no deja de animarme nunca para que continúe.
A Baltasar, que aunque quizá no aparezca por aquí, también pone siempre su granito de arena.
Podría seguir, con la familia, pero se nos haría muy largo. Incluso tengo que dar las gracias a todos los que en algún momento habéis leído mis palabras, y antes las de Valentina.
En resumen.
Muchas gracias a todos

domingo, 1 de noviembre de 2009

Día de los muertos

Últimamente pienso mucho en la muerte.
Sé que en estos días difícil quitársela de la cabeza.
El mes pasado hizo la friolera de veintidós años que murió mi padre, sé que sonará manido, pero parece que fue ayer. Han muerto algunos, seguro que muchos estos días, pero yo sólo puedo hablar de los que por una o por otra circunstancia, he tenido noticia. Muerte prematuras, injustas a mi parecer, vidas truncadas por la enfermedad, y vidas, las de los que los rodeaban que ya nunca serán iguales. Echaran de menos a un padre, a una madre, a un marido o a una esposa, a un hijo o una hija, amigos que nunca volverán.
Recuerdo la primera vez que tuve conciencia de la muerte, incluso aun de que llegara a las puertas de mi casa y empezara a llevarse seres querido.
Yo no tendría mucho más de ocho o nueve años. En la tele ponían una obra de teatro, no recuerdo el título, salía un cementerio. Fue en ese momento y no sé bien por qué, cuando supe que tendría que morir algún día, que mis padres tendrían que morir, que mis abuelos tendrían que morir y tuve miedo. Supongo que tenerle miedo a la muerte, es algo normal y mucho más a esas edades. Sigo teniéndolo. Y últimamente creo que más. Sé que nacemos para morir, el momento y la manera nos es desconocido, menos mal que es así.
Recuerdo una película de ciencia ficción, y de nuevo no recuerdo el título hoy debo andar mal de memoria. En ella había cíclopes, seres siempre tristes porque desde el momento en que nacían, sabían exactamente cuando y como iban a morir. Aun así, no trataban de evitarlo, imagino que simplemente no entraba en el guión.
Nadie se resistiría a poder evitarlo si pudiese, o no?

sábado, 17 de octubre de 2009

Ganadora

Por fin ha llegado el correo.
Como si el cartero fuese el mismísimo Miguel Strogoff, el correo del zar, la carta parece haber recorrido la fría Siberia antes de llegar a mi buzón.
Las noticias eran buenas, yo ya lo sabía, pero aun así no quería hablar de ello hasta no tener la notificación en mis manos.
He de decir antes de nada, que no fui "buena madre". Hace algunos meses os hablé de una de mis "criaturas" un relato que escribí para un certamen al que me presento año tras año, y del que como mucho llegué a ser finalista, la sexta de los ocho finalistas. Pues bien, acabado ese relato, comencé otro. Se trataba de un certamen que se celebraba por primera vez, en el pueblo de un buen amigo mío, él me envió las bases. Escribir sobre un lugar que no conozco y sobre sus gentes, no me parecía fácil, pero entre lo que leí en Internet y lo que mi buen amigo me contó, escribí un relato. No confié en el, a pesar de que como otros también era mi "hijo". Pensé que era débil, sin mucha fuerza, bonito y dulce, pero sin garra. Ni siquiera lo di a leer a todas esas buenas personas que se toman la molestia de leer lo que escribo, porque me parecía que podía hacerlo mejor, que no era tan bueno como otros.
Y he aquí mi sorpresa, mi más que grata sorpresa.
Mi "hijo", mi "pequeño". Ha sido el segundo premio en ese certamen.
Quizá no veáis aquí mis saltos de alegría, pero los he dado. No creía demasiado en el , y mira por donde...
¡HE GANADO UN PREMIO!
Estoy deseando recogerlo, y poder ponerle un precioso marco al diploma.

Ayer fue un buen día, no sólo llego el correo, hubo más cosas, pero de esas hablaré otro día. La dejare reposar, para poder contarlas mejor.

viernes, 2 de octubre de 2009

Envidiosa

Hoy he vuelto a encontrar a esa persona de que debería huir como del diablo.
Me sorprendo a mi misma, otra vez, diciéndole que me alegro de sus buenas noticias, cuando dentro de mi, no sé si es la envidia, me quema la sangre.
Le he dicho que por fin tendrá todo lo que deseaba, que es posible que en el camino haya habido espinas, pero que al final siempre están las rosas. Y puede que sí, que sólo sea envidia, el sacrificó algunos peones, entre ellos yo, pero gana la partida. El resultado final es lo que cuenta, no?.
Supongo que yo no tengo que lo deseo, porque no soy capaz de sacrificar nada, sólo a mi, y en mi cobardía probablemente termine sacrificando algo más. De momento no hay movimientos.
Hay alguien que suele decirme, que Dios no premia ni castiga. ¿Qué o quién lo hace entonces? ¿De qué sirve tratar de hacer lo correcto en cada momento? ¿ De qué sirve intentar no hacer daño a nadie? ¿Da igual ser bueno o malo? ¿Por qué parece que mientras peor te portas, más recompensas obtienes?
Supongo que Dios, el destino, la suerte, o la alineación de los planetas dicta que vas o no vas a tener. Ya sé que dicen que la suerte se la hace uno mismo, pero no, algunas veces eso no basta.
Y sí, probablemente sólo es envidia, de que una serie de actos que casi podrían tacharse de crueles, sean premiados haciendo realidad sus deseos.


Por cierto, estoy esperando al cartero, llegará hoy, puede que el lunes, no todo para mi son siempre malas noticias. En cuanto llegue, os cuento.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Yo lo escribí

Algunos días, a ese genio creador que habita en mí,( permitid que me tome la licencia de decir que poseo algo así en mi interior), le da por escribir algo que luego yo, no sé de donde ha salido.
Empecé el taller de escritura tal y como comenté hace algunos días. Hice mi primer ejercicio, algo así como la descripción de un personaje en lo que debía ser parte del primer capítulo de una novela, "mi novela".
Así que me senté delante del ordenador, sin mucha idea, sin haber preparado nada, sin haber siquiera imaginado con antelación a mi personaje, y escribí.
He de decir que ha sido de las pocas veces, en las que lo primero que escribo se queda tal y como está, sin retoques, sin añadir casi nada. Sólo pasé un buen rato tratando de poner las tildes donde corresponden o donde a mi me parece que corresponden y de, como sigue siendo mi costumbre, esparcir un buen puñado de comas y puntos que caen donde también, buenamente pueden.
Esperé el resultado, con el alma en vilo, temiendo que mi personaje no fuese lo suficientemente atractivo o interesante, que estuviese mal escrito y peor redactado, que quizá el final estuviese mejor como principio y viceversa.
Y me equivoqué, (cosa que por otro lado hago muy bien, lo de equivocarme digo), le gusta, a mi profesora le gusta, así tal cual está, incluso dice que he conseguido " expresar la psicología del personaje a través de sus gestos dotando al personaje de profundidad y entrando de lleno en una caracterización muy marcada desde el punto de vista del narrador". Sé que no es que haya dicho que mi texto sea brillante, pero si que le gusta y eso es de momento más que suficiente.
Mi problema es justo que... no sé como he hecho eso. Sólo escribí, sólo eso, sin pararme en perfiles psicológicos. Escribí, y cuando terminé de hacerlo podía ver a mi personaje, podía sentirlo, podía casi olerlo.
Espero que si he de continuar con "mi novela" sepa de verdad hacerlo, que ese genio creador que algunos días habita en mi, me visite de nuevo... por favor.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Antes era...

Hoy he vuelto a mi viejo blog, nostalgia supongo.
Me gustaba ser Valentina, ella era muchas cosas que yo no soy. Es más, creo que envidio su talento para contar las cosas. Quizás esta de ahora al ser más yo, es mas tímida para expresar sentimientos, quizá llega menos a los que ahora leen mis palabras. Cuantas y cuantas veces, dije que lo dejaba, que ya no escribía más, que ya no lloraba más, que ya no me ilusionaba más. Y siempre, cuando estaba apunto de rendirme, aparecía alguien que dejaba un comentario diciendo que seguía mis aventuras y desventuras, y que por favor no lo dejase.
Hoy he vuelto a mi viejo blog, y he encontrado uno de esos comentarios, de hace algunos meses. No me preguntéis porque, pero le he enviado un pequeño correo diciéndole que estoy aquí.
Sigo echando de menos a Valentina, sé que era una etapa que había que cerrar, pero... no puedo ocultar que sigue dentro de mi, que quiere volver a escribir, que quiere volver a vivir. Aún me suceden cosas que forman parte de su historia, fantasmas que no dejan de aparecer una y otra vez. Amigos, que parece que he perdido, en esta... metamorfosis. Amores que aún la rondan, historias divertidas unas, lacrimosas otras. Palabras que no dejo salir, porque decidí no ser ella. Y ella siempre ha sido más yo, que yo misma. Quizás es ahora cuando me escondo, y no antes.
Ella vino a este mundo, para hacer las cosas que yo no me atrevía a hacer, para protegerme de cualquier daño.
Y yo, la condene al olvido.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Llueve

Llueve, y como canta mi paisana, las aceras están mojadas.
Tengo la casa entera para mi sola. He ido a la peluquería. Mañana tengo que trabajar, es Domingo y hasta Dios descansó ese día, pero en el lugar en el que trabajo, no descansa ni Dios.
Suena Sin Bandera, los encontré el otro día por casualidad, me acompañaron en una época en la que todas las canciones tristes de amor, hablaban de mi. Siguen gustándome mucho, las canciones tristes de amor, aunque creo que ya no hablan de mi.
Hablan de que me imagines sin ti, y regresarás a mi. De que el mundo cabe en un teléfono, que a cientos de kilómetros puede tu voz darme calor igual que un sol, que no hay distancias grandes para nuestro amor, que todo es perfecto cuando te siento tan cerca... aunque estés tan lejos.
Quizá si que hablen un poco de mi, de una parte de mi, una que apenas conoce nadie.
Llueve, y creo que fui yo misma la que escribí en otro lugar, en otra vida, que las gotas de lluvia son como el amor. Hay que recogerlo cuando cae, dejarse empapar por el, dejar que te cale muy dentro. Bueno, puede que fuese algo así, no recuerdo las palabras exactas, y aunque podría buscarlas no lo haré.
Llueve, y sé que hay alguien... que sabe lo que eso significa.

viernes, 11 de septiembre de 2009

¿Estoy en mi lado oscuro?

Algunas veces me pregunto que me hacer ser como soy.
Por qué cuando debería huir de alguien como quien huye del diablo, me quedo.
Por qué oigo lo que se me dice, cuando no se me está ofreciendo una explicación.
Por qué presto atención, a quien no se la merece.
He llegado a pensar en esas ocasiones, que espero poder obtener una digna venganza.
Pero no, yo no soy así, ni siquiera sabría hacerlo. Y si llego a imaginar como, no podría llevarla a cabo. No sin salir lastimada de nuevo yo misma. Sé que hay alguien que cuando lea esto, pensará que no lo he hablado con él. Pero es que ya no tiene importancia, no es que lo calle porque lo oculto, lo callo porque me da igual, no merece la pena gastar el poco tiempo del que aveces disponemos hablando de otra persona.
Supongo que aún quiero respuestas, que por otro lado sé que no voy a tener. Pero lo que sigue sin caberme en la cabeza, es como esa persona no quiere saber, como no quiere preguntar, como puede dirigirme la palabra sin haber pedido antes perdón.
Quizá espero, quizá si que espero, aún sin quererlo, aún sin estar en mi naturaleza poder un día sonreir, mirarlo a la cara y decirle con el tono más frío que se capaz de encontrar... Ahora sí que tienes lo que te mereces.
Puede que esa parte oscura que todos tenemos, esa parte que todos negamos, destile maldad en mi, odie, sea rencorosa, maldiga y desee el mal de otro ser humano.
Aunque lo de humano en esa persona, sea discutible.

lunes, 7 de septiembre de 2009

A la tercera...

Creo que voy a hacerlo de nuevo.
Ya lo hice antes, dos veces.
Y me gustó.
Es verdad que estaba nerviosa, que me daba cierta vergüenza, que era la primera vez.
Pero lo pasé muy bien, y me gustaba que dijeran cosas buenas de mi. Elevaba mi autoestima como casi nada suele hacerlo. Es verdad que el efecto duraba sólo un momento, pero... quiero sentirlo otra vez.
Voy a volver a hacer un taller de escritura. Seguro que algo aprendo. Seguro que alguna cosa hago bien. Y aunque me recomendaron en una ocasión que hiciera algo de poesía, sigo pensando que no es lo mío, así que... me atreveré con uno de novela. Es verdad que sería mejor hacer uno de redacción y estilo, pero yo sigo en mis trece de empezar la casa por el tejado.
Las tardes de invierno son largas, oscuras y frías, me vendrá bien tener la cabeza ocupada.
Y de camino, quien sabe lo que seré capaz de escribir.

martes, 18 de agosto de 2009

....

El otro día, hablaba yo de ese lugar en el que se esconde la felicidad, lugar que pensaba no buscar, porque para que...para no encontrarla siempre hay tiempo.
Y resulta que no hay que buscarla.
Está entre sus brazos.
En mi cabeza apoyada en su pecho.
En sus besos.
En sus te quiero.
Y con todo eso, llega también la tranquilidad, esa que sí que andaba buscando yo...

viernes, 14 de agosto de 2009

Sólo digo, lo que todo el mundo ya sabe.

Se acaban las vacaciones.
Vuelta al trabajo, y vuelta a la rutina, o al menos a una rutina distinta de la de ahora.
Llevo días y días, practicamente sin hacer nada, creo que mi cuerpo se ha habituado a la posición horizontal en la que lo he mantenido más de un mes. De la cama al sofá, y del sofá a la hamaca, de nuevo sofá y de nuevo cama. No parecen unas vacaciones muy divertidas ¿verdad?, pero desde luego han sido muy tranquilas. Y tranquilidad es lo que necesitaba y lo que sigo necesitando, ahora tendré que buscarla a ratitos entre mis obligaciones diarias.
Vuelve la vida normal, o casi.
Mi vida.
Buena o mala, es la que hay.
Quizás llevo años buscando una felicidad, que en realidad no existe. Quizás la felicidad sea aceptar lo que se tiene, lo que se es, y dejar de buscar.
Tengo una amiga que tiene un canario. Un precioso pajarillo que cantaba sin cesar. Mi amiga pensó en hacerlo mas feliz, le compró una jaula más grande, le buscó una compañera, hasta le puso un nido acogedor y mullido. Se suponía que le estaba dando todo lo que el animal podía llegar a desear, lo estaba haciendo feliz. Pues bien, su compañera y él se llevaban a matar, de hecho hubo que separarlos, el nido desapareció porque ya no se necesitaba, y aunque la jaula sigue siendo grande, el canario ha dejado de cantar. No ha vuelto a emitir ni un solo trino. Está claro que la felicidad es algo así como los perfumes, es muy pero que muy personal. Nunca está donde puede parecer que está, y no por querer cambiar, por tener algo mejor y nuevo, vas a ser más feliz.
La receta de la felicidad no tiene ingredientes conocidos.
Y la que sirve para ti, o para ti, no funciona conmigo.
Por eso ahora sólo quiero tranquilidad, no pienso buscar, ni tratar de encontrarme, de momento sólo soy como soy, como he sido siempre. Con mi enorme parte negativa, y mi pequeña positiva, pero soy así, y es posible que tratar de cambiar eso, no me haga mas feliz.

domingo, 9 de agosto de 2009

Quitando el polvo.

El poeta eternamente enamorado de su musa.
Ese soy yo, siempre buscándote, inspiración.
Cuando te encuentro, entre los pétalos de una flor,
en las alas de una mariposa o la sonrisa de un niño.
Entonces me crezco.
Dejo de ser el niño enclenque que fui,
el hombre enjuto y sin atractivo que soy.
Para ser el poeta.
El apasionado, el aventurero, el amante,
el genio, el creador, el protagonista de mis mil poemas.
Cuando te marchas, dejándome en el más absoluto de los abandonos.
El mediocre, el vulgar, el insignificante,
vuelve a tomar posesión de mi.
Que anhelante espera el momento,
en el que vuelves a aparecer.
En el que susurres palabras a mi oído,
que me hagan de nuevo renacer.



Lo escribí hace tiempo, hoy ha aparecido, sin buscarlo. He vuelto a leerlo y me ha gustado. Nunca vio la luz, fue creado como un simple ejercicio que no llegué a entregar, otras palabras tomaron su lugar. Se trataba de escribir una poesía, verso libre creo que se llamaba, no lo recuerdo. La poesía no es lo mío, como tantas cosas en esta vida que no son lo mío. No me pregunteis que es lo mío, que se me da bien, que se hacer, para que valgo, no pregunteis porque tendría que dar una respuesta. Y ni yo misma quiero leerla.
Hoy he desenterrado estas palabras, de un poeta que no era nada sin su musa, sin su inspiración.
Alguien que como yo, se siente nadie, cuando está solo.

lunes, 3 de agosto de 2009

Hoy no hay título que valga...

En estos días de vacaciones, en las que paso casi todo mi tiempo tumbada al sol y leyendo, he llegado a pensar en dejar de escribir.
Olvidar que un día fui Valentina, que ahora soy otra, y que juntas somos algo así como la Santísima Trinidad.
Que sí, que escribir para uno mismo está muy bien, que dejo salir muchos sentimientos que no soy capaz de expresar de viva voz.
Pero... qué más da que los escriba o que los guarde en algún rincón de mi cabeza, donde seguro que hay espacio de sobra.
Además...tomé la mala costumbre de presentarme a todos esos "concursos", y que ya sé, que como digo a todos, no pretendo ganarlos. Pero a quien quiero engañar, sí que quiero, en realidad creo que es uno de los pocos sueños que tengo y que..mantengo..aún..
Así que..pensé en dejar de venir por aquí.
Pensé en dejar de llenar páginas en blanco.
Lo pensé y lo hice.
Bueno, aquí si que he venido, pero hace dos meses que no escribo nada.
Ni siquiera he tenido...mono.
He seguido como tal cosa, como si nada...
De seguir así, en algunos meses más....
Dejaré de mantener un sueño, mi sueño.

miércoles, 22 de julio de 2009

Demasiado calor...

Con la urgencia del deseo quemándome la piel.
Fuego que me abrasa las entrañas, hasta convertirlas en lava líquida, ardiente, espesa, caliente.
Te quemarías si me tocas.
Arderás, si no lo haces.

miércoles, 8 de julio de 2009

En ocasiones veo....

La enfermedad y la muerte son mis compañeras de trabajo.
No siempre se salen con la suya, pero cuando se empeñan....
Cuando se acerca esta época, cuento los días que aún me quedan por trabajar con ellas. Sé que a la vuelta, volverán a estar ahí, y volveré a tener un año entero, para verles las caras todos los días. Me voy, pidiendo a quien haya que pedir esas cosas, que no se les ocurra venir de visita en los días de vacaciones, y si han de visitar a alguien que sea sólo a mi.
No me dan miedo, no todo el tiempo. Quizás el tratarlas a diario, el tenerles cierta confianza, hace que me sienta fuerte ante ellas, como si nunca pudieran fijarse en mi.
Hasta que empiezo a sentirlas demasiado cerca, rodeándome, cercando mi espacio. Hasta que siento en nada puede vencerlas, que tomarán a quien deseen, niño, joven o viejo. Y que quizás en algun momento, se den cuenta de que yo estoy allí, todos los días, trabajando con ellas, codo con codo, o más bien, trabajando en su contra. Entonces quizás me miren como a una enemiga, la más débil en realidad, pero quizás la más fácil de vencer.
Y quiero huir, salir de aquel lugar, alejarme lo suficiente para no sentir su frío aliento en la nuca.
Sólo tengo que trabajar dos noches más con ellas.
Después, si todo va bien, estaremos un mes sin vernos.
Yo procuraré olvidarlas, espero que ellas hagan lo mismo conmigo y con los míos.

miércoles, 24 de junio de 2009

Por un beso de su boca...

A ella le hicieron felices sus palabras.
- Que besos mas ricos- le dijo él.
Ella sonrió, y volvió a besarlo.
No se había dado cuenta hasta ese momento, de que jamás había besado a nadie, sólo devolvía besos.
Le gustaba aquella sensación, se dejaba guiar simplemente por lo que deseaba, sintiendo el enorme placer que le proporcionaba besar, una y otra y otra y otra vez.
Se entretuvo en su boca, como una niña golosa con un caramelo.
Nada volvería ser nunca tan dulce.
Suaves, apasionados, llenos de fuerza, timidos, con lengua y sin ella, silenciosos y ruidosos, con mordiscos y sin ellos, con te quieros y con algunos....te deseo.
Ella, pensaba que todo lo que causa algun placer, puede crearte una adicción.
Lo admite, lo sabe y lo confiesa, no le importa presentarse aquí, donde todo el mundo la ve y decir...
-Hola, me llamo Miss Hyde, y soy adicta a sus besos.

miércoles, 17 de junio de 2009

¿Tiempo?

Pasará frío, sin sus caricias.
Sed, sin sus besos.
Hambre, de sus palabras.
¿Un castigo?, ¿Una condena?, ¿Se lo merece?
Una pausa.
¿Un descanso?
Un paréntesis.
Sosiego.
Calma.
¿Continuidad?
Tiempo, amigo y enemigo. El mismo que corría veloz por los railes y lento en su reloj. El mismo que se desbocó, en un galope desesperado, a ritmo de latidos de corazón. El mismo que no supo detener, al que apenas consiguio frenar sólo un momento, pura imaginación.
Alejarse, pero nunca perderse.
Tiempo.
Un respiro.
Puertas entornadas, nunca cerradas.
Sin susurros.
Tiempo.
Tiempo...tiempo... tiempo...tiempo.. tiempo..

jueves, 11 de junio de 2009

Hoy.

Olía a trigo maduro, recién segado.
Como el olor de la paja fresca en un granero.
La primavera ha estado acariciando los campos.
La brisa fresca del amanecer, el sol asomando sin timidez alguna, el trajín de los pájaros.
Y todo eso, estamañana, justo antes de acostarme.
Dentro de un rato, el sol comezará a marcharse, despacio, como haciéndose rogar. Teñirá de rojo y naranja los montes, entreniéndose en dar las más maravillosas pinceladas, creando colores que no sé describir.
Y todo eso, desde mi ventana.
La luna se asomará a mi balcón cuando me vaya a dormir, velará mi sueño.

Y algunas veces digo, que no tengo nada.

martes, 2 de junio de 2009

¿Yo, yo mismo e Irene?

Todos tenemos dos caras, puede que incluso más de dos.
Es evidente que yo las tengo, si no, no sería Miss Hyde.
Julio, que a casi todos os sonará de mi antiguo blog, y que suele leer lo que escribo, me ve en mis palabras.
Y repasando mentalmente, todos esos pequeños relatos que he ido pariendo en los ultimos años, he terminado por preguntarme. ¿A quién ve Julio?
Casi todos mis presonajes son alguien que no quieren ser. A ver, hay uno de una perfecta ama de casa y madre, que una noche a la semana, los jueves, deja a sus hijos con su madre y a su marido sentado delante del televisor con la cena. Sale de casa y se transforma en una femme fatale, que se dedica a "devorar" hombres en los garitos más sosfisticados. Cuando la noche acaba, ella no sabe si cada viernes al amanecer, se pone o se quita un disfraz.
Y en ese relato. ¿Quién era yo?
Otro ejemplo. Una hermosa joven de principios de siglo pasado, decide posar como modelo para un conocido pintor de la epoca, que desde que la ve, sólo piensa en hacer un desnudo. Ella es a la par de hermosa, digamos que....decente. Jamás ocurre en su vida nada que sea indecoroso. ¿Soy esa?
Otro más. Un hombre que pasa sus días en la barra de un bar, tiene un encuentro con una desconocida. La ve día tras día enamorandose sin remedio, y cuando se lo confiesa, ella desaparece. Él no sabe su nombre, ella ha insistido en que la llame por uno distinto cada noche. Todos ellos nombre de actrices, de esas de las películas en blanco y negro. Mae West, Veronica Lake y algunas otras que no recuerdo ahora mismo. Al final la encuentra, trabajando como taquillera en un cine donde hacen reposiciones. El será Humphrey para ella si es necesario. ¿Soy él o soy ella?
Y uno de mis favoritos. Un escritor que en pleno éxito se retira a un caserón en el campo. Allí encuentra un diario y conoce la vida de una mujer. El nunca ha salido airoso de sus relaciones, y en más de una ocasión hace mención de eso, sin embargo su libro trata de una mujer. En cuanto empieza a leer el diario, la desdichada vida de la autora lo absorbe ,y tienen lugar una serie de fenomenos sobrenaturales. Se obsesiona con la mujer del diario, tanto, que termina amándola. Y de nuevo pregunto ¿Quién soy yo?
Podria seguir, porque he escrito mucho más de lo que me pueda parecer hasta a mi.
Lástima que sólo sean para mi, y para mi reducido y exclusivo círculo de lectores. A los que desde luego les estoy más que agradecida, porque...qué haría yo sin ellos o mejor dicho. ¿Quién sería yo sin ellos?
Y por cierto, espero que todos entiendan el título, sigo sin saber cuál es el adecuado.

viernes, 29 de mayo de 2009

Sin título, otra vez...

No sé si es posible, sentir miedo ajeno.
Al igual que se puede sentir, vergüenza ajena.
¿Se puede?

sábado, 23 de mayo de 2009

Esto podría titularse. Durmiendo con su enemigo. A ver si así,me acostumbro a poner título a lo que escribo, de una puñetera vez.

Siempre digo, que quien menos me quiere, soy yo misma.
Soy quien más defectos me busca, quien más me critica, quien más inseguridad me provoca.
Yo solita sé hacer todo eso, me basto y me sobro para ser mi propio enemigo.
¿Luchar contra eso?
Imposible.
Como voy a ganarme si soy mucho más fuerte de lo que parezco. Me hago frente con todas mis fuerzas, nada ni nadie es capaz de hacerme cambiar de idea, si de ir contra mi se trata.
Puedo encontrar mil maneras de que algo me de miedo.
¿Darle la vuelta y usar su fuerza, mi fuerza, para vencerme?
No, no hay quien pueda conmigo.
Al menos yo, no puedo.
Ya me encargaré, de no poder.

domingo, 17 de mayo de 2009

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Tres palabrillas con amor...
Creo que veo historias de amor, en todas partes.
Me gustan los finales felices, así que si de mi depende, mis historias tienen final feliz.
Escribí el relato para el certamen. Pasé una ridícula vergüenza cuando recibí la confirmación del envío que decía," estoy encantada de que participes un año más". Al final me darán uno de esos premios honoríficos, a la constancia o la insistencia, o la que más veces no gano.
Ahora tengo otro entre manos, como dice un amigo, estoy muy...prolífica.
Es que es sencillo escribirlas, cuando salen así, sin dificultad. Sé que no son.... bueno, que como también suelo decir, no hay una cola de editores esperando que yo "de a luz" otra de mis "cosas".
Este último ha sido un parto fácil, las palabras llegaban solas, sin dolor alguno. Sólo tuve que dar un fuerte empujón al principio, aunque casi no sentí el esfuerzo, y al final, creedme, la criatura es preciosa.
Pero claro, soy su madre....

lunes, 4 de mayo de 2009

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"Nos hemos tocado de mil maneras como se tocan las hojas en verano."
Proverbio chino.
Es parte de un regalo que me han hecho hoy.
El proverbio viene en un libro.
Las mil maneras, están en mi piel.

martes, 28 de abril de 2009

Lo sé

Me quejo en exceso, lo sé.
¿Y qué?
Molesto con mis continuas quejas.
¿A quién?
Lo sé, sé que no sirve de nada protestar por cosas que aparentemente no tienen solución, o que si la tienen, que más da.
Todos nos quejamos, todos protestamos de las "injusticias" que cometen contra nosotros.
¿Por qué tengo yo que callarme?
Admito que me suceden cosas por que las permito.
Sé, que las estoy permitiendo.
Casi siempre tengo una razón para ello.
Dejaré de quejarme, en voz alta.
Lo haré bajito, para no molestar a nadie.
Lo haré en silencio, como muchas otras cosas.
Supongo que soy una loca que quiere que le sigan la corriente, sin conseguirlo.
Esta mañana la obra de mis vecinos me ha despertado temprano, era mi primer día de descanso, después de que mi "Jefa" me cambiase los turnos y me dejase sin ellos. Mañana pensaba hacer algunas cosas, pero han organizado otras para mi y ya no podré hacerlas.Mi "Jefa"que sabe que existo para cambiarme los turnos, desconoce mi existencia para darme las vacaciones en los días que quiero. Pero vuelve a conocerla para enviarme a hacer cursos, de nuevo en mis días libres. Y yo voy, y me quejo, y tú vas, y me dices que lo estoy haciendo.
Pues sí, protesto.
De que nada me sale bien a la primera.
Soy una quejica, lo sé, lo sé, lo sé y lo sé.
Pero sabes....
Hoy me da la gana serlo.


Y tú, no te quejes de que no sabías nada, acabamos de hablar de ello.

jueves, 23 de abril de 2009

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Hazme el amor despacio, sin ninguna prisa.
Acaríciame con el amanecer, suave.
No hay nadie, ni nada, tras la puerta.
Han desaparecido las dificultades, las diferencias, los compromisos, las distancias.
Incansables, insaciables
Invencibles.
No dejes que me despierte, no del todo, sólo lo justo para que busque tus besos.
Y así seguir soñando, el más hermoso de todos los sueños.


Justo esto llevaba yo en la cabeza cuando has llamado, más o menos. Quizás era más bonito cuando sólo era un pensamiento.
Hoy ha sido un día sensiblero. Duele saber que alguien a quieres sufre, y no puedes hacer nada.
Nada, sólo confesar tus más terribles equivocaciones, tus más oscuros secretos. Con el proposito de mostrar, hasta donde pueden llegar las complicaciones de algo tan bonito y tan hermoso como el amor.
No puedo decir que no me arrepienta de lo que hice, pero no lo hago de las decisiones que tomé.
He llorado y por lo menos dos de las veces que lo he hecho, me has oido tú.
Eso va en contra de mi imagen como te he dicho. Mi imagen de mujer fuerte que puede con todo, de esa tranquilidad pasmosa de la que todos me acusan, de esa indiferencia que al parecer, siento ante todo.
No sé si es una ventaja o una desventaja, ser como soy, parecer lo que parezco.
Pero es lo que hay.
Soy lentejas.
Ya sabes....

miércoles, 15 de abril de 2009

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Mi deseo bebe de la fuente de tus palabras.
Crece y se alimenta con la fuerza de la imaginación.
Siempre palabras, entre tú y yo.
Largas conversaciones en el sofá, o cortas a escondidas en cualquier lugar.
Mensajes perdidos en la nieve, prendidos en las cumbres de lejanas montañas. Mojados por la lluvia, desechos por el viento.
¿Quién sabe adónde van los mensajes perdidos?
Las palabras de amor que nunca encontraron su destino. Los corazones que se rompieron por su ausencia, por esperar palabras que nunca llegaron.
Palabras que necesitan aclaración, mudas, escritas en un papel, sin ninguna entonación.
¿Reías al escribirlas? ¿Llorabas quizás? ¿Me deseabas en ese momento?
Tan llenas y tan vacías de sentimientos.
Mi amor bebe de tus palabras.
De la unión de cada una de las letras, que componen nuestro amor.

martes, 14 de abril de 2009

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Nada es para siempre.
Ni siquiera el amor, perdura eternamente.
Decimos, no te olvidaré, siempre te amaré, jamás abandonarás mi corazón.
Al final, el tiempo, debilita los recuerdos, los esconde en el rincón más remoto. Y ya no sabes, si lo que un día sentiste, fue real o tan sólo un sueño.
Olvidar resulta siempre más sencillo de lo que pensamos. Más que olvidar, dejas de recordar. Un día no recuerdas su rostro, aún menos el calor de su piel o el sabor de sus besos. No reconocerías el tono de su voz, y no recordarías como solía llamarte. Y aquel que un día fue, tu gran amor, pasa a ser un pequeño recuerdo.
Te da miedo oírme hablar así, en este caso leerme.
Sabes que mis pensamientos suelen ser un tanto...caóticos. Que hoy están aquí, mañana en ayer y pasado mañana, quien sabe donde estarán pasado mañana. Que intentando aprender de mis errores, quizás y sólo quizás, no bajo del todo la guardia. Aunque a ti te parezca que no hay ni un mísero guardián, ni un solo centinela, créeme, están ahí. Tratando de proteger lo poco que puedan de mi, lo poco que yo les deje. Intentando velar por la integridad de mi... tú la llamarías salud mental, puede que yo lo llame...corazón. Puede que por eso tenga siempre un pie aquí y otro allá. Siempre en equilibrio, o que parezca que lo estoy.
Hay un lazo fuerte entre tú y yo, lo hemos atado bien, con lágrimas, con tú esfuerzo. Pero también sabes lo frágil que puede ser.
Cómo es eso que se dice...tan fuerte como el más débil de sus componentes...o algo así no?.
No voy a pensar en mañana, ni en ayer, ni siquiera voy a pensar en hoy.

domingo, 12 de abril de 2009

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Saber que otros se equivocan, que cometen errores similares a los míos, aunque no sea un consuelo, es algo parecido.
Ha sido una semana larga. Mucho trabajo, casi he agotado mi reserva de paciencia. He tenido que respirar hondo muchas veces antes de hablar. Quizás ha sido mi particular...penitencia.
Anoche volví a recordar la muerte de mi padre. Sucedió algo en el trabajo, y alguien mencionó unos niños. Unos niños de edades parecidas a las que teníamos en su día mi hermano y yo. Me pregunté, si con el paso de los años esos niños, se encontrarían con situaciones parecidas a las que hemos vivido nosotros. Si serían como nosotros. Si se refugiarían tanto en ellos mismos como hemos hecho nosotros. Si buscarán el cariño que ahora pierden, casi en cualquier parte.
El día que perdimos a nuestro padre, perdimos también a nuestra madre. Ella aún vive, pero entonces dejó de hacerlo. Dejó de ocuparse de nosotros, el dolor de la perdida se lo impedía, le impedía seguir queriendo a los que tenía alrededor. Dejó de querernos, dejamos de importarle, durante años fue así. Mi hermano y yo salimos adelante, todo el mundo lo hace. Pero ahora, casi veintidós años después, estamos pagando el precio del amor que perdimos en aquel momento. Aún somos dos niños buscando que nos quieran, hambrientos de amor. De un amor que nosotros mismos nunca somos capaces de completar.
En la búsqueda de ese amor, creyendo haberlo encontrado, he cometido errores. Los errores se pagan, dicen que de ellos se aprende. Creí que sólo yo era capaz de cometerlos, esos en concreto. Me sentí más torpe y más estúpida que la gran mayoría. ¿Cómo podía haber hecho tal o cual cosa? ¿Cómo podía tropezar una y otra vez en la misma piedra? ¿Cómo era capaz de solucionar mis "errores" de la manera en que lo hacía?
Saber que otros se equivocan en cosas similares, no es un consuelo, pero es algo parecido.
Ha sido una semana dura. Ahora tengo unos días para descansar, reponer la paciencia que gasté, sentarme a leer al sol, tratar de escribir mi relato y convencerme a mi misma.... de que ahora no me estoy equivocando.

viernes, 3 de abril de 2009

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Aunque no sirva para nada, yo sigo con mi manía de escrbir.
Hay un certamen al que me presento todos los años, desde hace tres. Este año, por circunstancias largas de explicar, había renunciado a hacerlo. Pero los organizadores se tomaron la molestia de invitarme, y yo, bueno, no quiero hacerles un feo,(ya sé que les importa un pimiento, sé que la dirección de correo electrónico fue añadida con un montón más, sé todas esas cosas), y me presentaré. Eso si consigo escribir algo que, como todo lo que escribo, me resulte "bonito".
El año pasado, no encontraba inspiración para mi relato.
La encontré en un sueño. Suelo recordar con bastante precisión mis sueños, en aquel buscaba un papel donde escribir una frase. Y decidí usar esa frase en mi relato, partir de ella, que formase parte de toda la historia. Y la verdad es que resultó bastante "bonito".
Esta noche he soñado con Absenta azul. Yo pensaba que sólo era verde, pero leyendo un poco sobre ella, resulta que sí, que puede ser azul, La Bleue. Ya había decidido que esa curiosa bebida, sería el punto de partida de mi relato de este año, y el conocer a La Bleue me ha animado aún más a hacerlo.´
Todavía no sé como se desarrollará, pero eso no extraño en mi. Lo divertido de escribir es ir descubriendo la historia poco a poco, que no sea... premeditado. Sentarme y dejar que la imaginación, la inspiración o lo que sea, vaya creando, dando forma, hilando la historia, de la que ahora mismo sólo sé... que tendrá que ver con la Absenta.
Espero que quede..."bonito".

jueves, 26 de marzo de 2009

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Me he cortado el pelo,y me he comprado unas gafas de Prada. Ahora hago Yoga, y eso que me cuesta mucho mantener el equilibrio. Intento comer menos, y arreglarme más, aunque me niego a ser esclava de una belleza que no tengo. Rebusco todas esas palabras que nunca uso, para intentar colocarlas en una conversación interesante. Puede que cualquiera que me conozco diga, que ya he hecho cosas así otras veces. Pequeños cambios en mis costumbres, que intento convertir en eso mismo, en costumbres. Pero al final, siempre vuelvo a ser sólo yo. El pelo volverá a crecer, y yo, lo dejaré como en realidad me gusta, largo muy largo. Las gafas volverán a estar pasadas de moda, y yo, tardaré años en cambiarlas. El Yoga terminará por aburrirme, con la edad que tengo no creo que el ejercicio me vuelva flexible como un junco. Volveré a comer donuts de chocolate y gusanitos. Y toda la ropa nueva que he comprado, probablemente se quede donde está, en el armario. En cuanto a mis conversaciones... supongo que mi coeficiente de inteligencia, no da para más.
Tendré que conformarme con ser... sólo yo.

viernes, 20 de marzo de 2009

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Oscuros secretos.
Pasiones inconfesables.
El viento gritando enfurecido, queriendo arrasarlo todo, incontrolable.
Destruyendo el débil equilibrio, la delgada linea entre la cordura y la locura.
Huyes, corres, quieres escapar y el viento te empuja al precipicio.
Quieres salvarte, no quieres caer, no quieres arrastrar a nadie en la caída.
Te agarras desesperada a un saliente, a una oportunidad, a una mentira..
Y una vez más.... no has hecho lo correcto.

sábado, 14 de marzo de 2009

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La distancia, eso es parte de mi normalidad.
La soledad, eso es parte de mi normalidad.
Aparentar, eso es parte de mi normalidad.
Las lágrimas a escondidas, también son parte de mi normalidad.
Empezar a mirarme desde lejos, para que no me duela a mí, para que todo lo que esté sucediendo no sea a mí. Desde lejos me miro a mi misma, y todo lo malo, lo que duele, lo que me hace llorar, le pasa a esa otra persona que soy, la que aguanta, la que aparenta, esa a la que nada parece afectarle.
Y mientras tanto, me refugio en alguna parte de la me cuesta salir, por que allí estoy sola y mientras más sola estoy, más a salvo me siento. Sé que puede sonar extraño, pero es la única manera de conservar algo de lo que soy. Huir, a algún rincón donde nadie sea capaz de llegar, donde yo misma no deje llegar a nadie.
No es culpa de nadie, nadie es responsable de mi manera de actuar, sólo yo.
Lo único que quiero es desaparecer.
Son muy pocos los motivos que me mantienen aquí, pocos pero importantes.
Y ya son muchas las veces que me pregunto, si merece la pena.
Quizás debería esconderme....para siempre.

lunes, 9 de marzo de 2009

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No me gusta, ir en el manos libres.
Ya sé, ya sé, nadie se esconde pero...
Nada es como debería ser.
Voy a terminar odiando el invierno, porque nieva.
Porque ella siempre te aleja de mí. Aún más lejos, aún más ocupado, aún más acompañado.
Ya sé, ya sé, sé porque haces todo eso. Conozco la explicación lógica y racional que hay para todo. Siempre me parece que estoy acostumbrada, y no, no acabo de acostumbrarme. Sé también que soy la primera en darte toda la libertad del mundo, sabes que nunca te pediría que no fueras, y sé, que no lo haré. Pero eso no quita, que me gustaría que hicieras alguna otra cosa en tus vacaciones, justo algo que no te lleve siempre en la dirección contraria.
No me hagas mucho caso, ya sabes que hay días en que desvarío.
Días en los que querría que todo fuese tan normal, como debería ser.

viernes, 6 de marzo de 2009

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Creo que los que leen todos esos relatos que escribo, son demasiado buenos conmigo.
Ya conozco, aunque a medias, los resultados del certamen al que me presenté
Digo a medias, porque no sé exactamente quien se ha llevado los premios, pero lo que sé a ciencia cierta es que no he sido yo. Este es uno de esos momentos en los que mantengo conversaciones conmigo misma.
- ¿Quién me mandaría a mí pensar que podía ganar?
- Desde luego, sólo a ti se te ocurre, yo ya sabía lo que iba a pasar.
-Hice mal en hacerme ilusiones, pero fueron muy poquitas, de verdad que si, sólo una pequeñita.
- Y encima, se lo has contado a todo el mundo, ahora todos saben que lo que has hecho no merecía la pena.
- Bueno, los que lo leyeron dijeron que estaba bien, que era bonito, que les había emocionado, que...
-¡Pero qué te van a decir!
-Pues la verdad.
- ¿La verdad? Te conocen y saben lo poco que te das a valer. Te dicen sólo lo que tú quieres oír.
-No, no te creo, eso no es así.
- Sabes que acabas pasándolo mal cuando no me haces caso. Si me oyeras, te ahorrarías muchos disgustos. Para que te tomas tantas molestias si sabes de sobra que no servirán para nada. Antes no temías perder, porque simplemente no "jugabas" a nada. Ganar... menuda tontería.
-No, si yo no pensaba que iba a ganar...
-¡Mentirosa! Eso lo dices ahora, que sabes que has perdido.
-Es que se presenta mucha gente, y claro, algunos son muy buenos y..
-¿Mucha? ¿Aquí? ¿En tu pueblo?.
- Bueno....quizás no han sido tantos...quizás mi relato ha sido el peor, quizás lo mejor que me podía pasar es lo que ha pasado, puede que deba dejar de presentarme a estas cosas, no se.... escribir como antes sólo para mí...
-Parece que ya nos vamos entendiendo...

miércoles, 4 de marzo de 2009

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Esa parte pequeñita de mí, que cree que todo es posible.
Esa autoestima anoréxica mía, que se niega a alimentarse para no engordar, para no crecer.
Esa porción diminuta, que piensa que soy capaz, que puedo, que sé, que valgo.
Esa pequeña, pero importante parte de mí, porque sin ella estaría perdida.
Sin ella, perdería la esperanza.
Sin ella,me dejaría vencer, por esa parte oscura, negativa y gigantesca, que se encarga de echar por tierra todos mis sueños.
Sin ella, no existirías tú.
Sin ella, no escribiría aquí.
Sin ella, miedo me da pensar que sería de mí...sin ella.

viernes, 27 de febrero de 2009

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Conversaciones susurradas.
Un te quiero sólo para mis oídos.
Preguntas,¿Lo sabes?
Contesto, lo sé.
Idas y venidas, horarios, trabajo, amigos, familia...
Los días pasan, hacer planes para luego deshacerlos.
Imaginar cómo, cuándo y dónde.
Soñar....
Y otro te quiero, sólo para ti, para tus oídos.

domingo, 22 de febrero de 2009

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Estoy sola en casa.
No son muchos los días que puedo estar así. Hoy puedo hacer lo que quiera, pero...¿Qué quiero hacer?.
Me he levantado tarde.
He leído mientras desayunaba, eso me gusta.
He subido hasta aquí, con la intención de vaciar mi alma de todos esos sentimientos que voy acumulando durante días. Hoy, ahora, que puedo estar sola, tranquila, que nadie va a interrumpirme. Supongo que como suele pasar, ahora que tengo la ocasión, no es el momento.
Mi cabeza, que algunos días trabaja a marchas forzadas, tratando de poner orden en todo lo que pasa a mi alrededor, parece estar haciendo una pausa.
Pausas que yo siempre he considerado necesarias para no volverme loca, bueno, no más loca.
Me pregunto si es esto lo que quiero, estar sola.
Sé que no podría ser así siempre, porque hay "cosas" de las que no puedo, ni jamás querría deshacerme.
Desde luego si esa fuera mi elección, estaría sola, sola , sola, más sola que la una.
Ya sé que hay personas que me quieren , y no quiero que nadie que lea esto se ofenda. Tú y yo sabemos de lo que estoy hablando, sé que estarás siempre conmigo pero...
Qué pasaría todos los días....
Quiero decir, cuando tú no estés, o mejor dicho, mientras tú no estés.
Cuantas veces he dicho que no tengo amigos, vale sí, los tengo, pero...sería muy largo de explicar el por qué están y no están, son y no son. En realidad la gran mayoría existe en esta parte de mi vida, y no en la otra.
Si justo hoy que estoy sola, sin nada que hacer, que es Domingo y hace un día esplendido, justo hoy, si quisiera llamar a alguien para salir a pasear, no hay nadie a quien pueda hacerlo.
Todo el mundo, incluso tú, está demasiado lejos, o demasiado ocupado en sus propias vidas para atenderme a mi.
Puede que todos ellos digan exactamente lo mismo de mi, existo en una parte de sus vidas que no es real, y el resto del tiempo, también estoy demasiado ocupada.
No me importa pasear sola, estoy acostumbrada. Y como he dicho antes, hace un día precioso, ya casi se huele la primavera. Me arreglaré como si alguien le importara el aspecto que tengo, me pondré perfume como si alguien fuese acercarse lo suficiente a mi, me pintaré los labios sabiendo que nadie los estropeará con un beso, y saldré a dar un paseo. No me encontraré con nadie, es posible que cruce algún hola y adiós, puede que me detenga con el tiempo suficiente como para hablar del tiempo, o de que hoy descanso y de cuando empiezan mis turnos. Alguien preguntará por mi familia, diré que están bien. Eso, como mucho.
Siempre he dicho que no me importa estar sola, y me temo, que es verdad.
Aunque algunos días me haga llorar, mi única amiga termina siendo la soledad.

jueves, 19 de febrero de 2009

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Fui a entregar el relato para el certamen. Mi timidez y yo fuimos juntas. Parece mentira que con la edad que tengo, me cueste tanto hacer cosas tan sencillas como esa. Pasé un rato en el pasillo, había tres puertas, en todas decía lo mismo, "si está cerrado no llame, espere su turno". Así que, esperé y no llamé. Cuando una puerta se abrió aproveche para entrar, y justo tras de mi un señor con bigote, que no esperó que yo saliera sin llamar a la puerta. Por esas casualidades de la vida, los dos íbamos a lo mismo. Sólo que aquel señor calvo, con bigote y chaqueta a cuadros, tenía toda la pinta de saber donde van las comas, los puntos y las tildes correctamente colocadas. La sensación de "no tienes nada que hacer, has perdido" salió conmigo de allí. Ya sé que no hay que pensar así, pero, como le dije a alguien con quien hable por teléfono justo después, soy demasiado simple. Ya sé que usar palabras enrevesadas no significa que lo que estás escribiendo sea bueno, pero... sigo pensando que soy demasiado simple. Además, como voy a escribir por mucho que me guste si no tengo paciencia para aprender. Escribo y escribo, me detengo y espolvoreo algunas comas, un puñado de puntos y una pizca de tildes. Esa es buena receta para cocinar, porque pruebas y te dices a ti misma "hoy me ha salido rico" y ya está. Pero con la escritura.... Tú lees y dices "me ha quedado bonito", pero al contrario que con mis guisos, estas cosas mías hay quien no se las puede...tragar.
Total, que por una de esas casualidades de la vida, y porque los ojos se van sin querer, sé como se llama la obra que presentaba el señor con bigote.
Es cuestión de tiempo saber....

viernes, 13 de febrero de 2009

No tengo valor para dejarte, y es lo que debería hacer.
No soy más que un lastre, un peso muerto que arrastras, con gusto, pero lo arrastras.
No quiero perder lo que me das.
Pero no puedo retenerte.
Un día escribí algo que iba a ser parte de una supuesta novela, que de momento se ha quedado en eso...en supuesta. Te dije que lo había perdido, que se quedó como un borrador en el otro blog, bien, pues lo he encontrado.

"Él no se atreverá a tocarla, ella esperará que lo haga.
Bastará un leve roce, para encender una pasión que no creía que pudiera volver a sentir.
Ese fuego, lo hará dudar de todo lo que tenía claro hasta ese momento.
Dudará de ese futuro que tenía marcado.
Ella sabe, que podría hacer con él, lo que quisiera.
Sabe, que la mejor manera de retenerlo;es dejarlo libre.
Usando su libertad, él hará hasta lo imposible;por llegar hasta ella."

No puedo retenerte, no si tú no quieres quedarte.
Usa esa libertad que te ofrezco, y quizás ella, te traiga hasta mi.
Hace poco tiempo, un buen amigo me dijo algo que su padre solía decirle.Era más o menos así..
"Cuando nos vayamos, seremos juzgados no tanto por lo que hemos hecho, si no por lo que hemos dejado de hacer".
Yo no quiero que te vayas, pero no voy a decirte que no lo hagas.

domingo, 8 de febrero de 2009

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He pasado la mañana terminando un relato para un concurso. Supongo que no es gran cosa, pero hasta he llorado mientras lo escribía. Lo quiera o no, pongo en mis escritos recuerdos propios y es lo que me emociona. Por eso todo el mundo termina viéndome en mis palabras. No paro de hablar, de contar a quien me quiere escuchar cosas de mi vida, de mi infancia, de mi padre, de mi abuela, de mi madre, de mi hermano o de quien sea. Luego escribo, y esas cosas, están presentes. El relato es sobre una mujer, una abuela, su vida a grandes rasgos, diez páginas no dan para mucho. Mientras lo escribía recordaba las cosas que me contaba mi abuela de la guerra, tuvo que huir como muchos, estando embarazada de una de mis tías. De una vez, que cruzando un río se les ahogó una gallina que mi abuelo había "encontrado" por el camino. Tuvieron que comérsela de prisa y corriendo, asada en el mismo fuego que encendieron para secarse. En mi relato, la abuela no sabe leer, en eso nada tiene que ver con la mía. Ella si sabía, ya he hablado en alguna ocasión de sus consejos. "Niña repasa la lección en ayunas que así se queda mejor" . En fin, que mezclo realidad y ficción, y no sé si a quien lo lea le gustará, pero a mi me ha encantado escribirlo. Si por un casual tuviese, aunque sólo sea una mínima mención en el concurso....os lo haré saber.

miércoles, 4 de febrero de 2009

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Yo antes era otra, era Valentina. Ahora soy Miss Hyde, de nuevo una parte oscura, escondida, viene hasta aquí a escribir. Es posible que en esta locura cuerda, esté perdiendo realmente la razón. Hubo momentos en mi vida, en los que podía distinguir perfectamente entre lo que Valentina era capaz de hacer, y lo que podía hacer yo. Miss Hyde, es mucho más yo. Ni siquiera sé, si hay una Doctora Jeckill escondida en alguna parte. Quizás yo, y sólo yo, he tomado el control de todo lo que pueda suceder. Quizás sólo yo decido ahora.
Quizás...

martes, 27 de enero de 2009

Amantes

- Voy a dejar a mi marido.
- ¿Lo dices en serio?- Dijo él, jugueteando distraído con un largo mechón de su cabello.
- Sí - Respondió ella levantándose de la cama.Él se miraba los dedos, donde un instante antes la retenía.
- No es por ti, y lo sabes- dijo ella.
- Ya lo suponía, ¿Hay otro?- Le preguntó sin mirarla.
-Sí, alguien más joven, que quiere darme todo lo que tú no quieres y lo que mi marido no puede. Estoy cansada de todo esto. Cansada de buscar lo que necesito aquí o allá, de picotear en la felicidad sin tenerla nunca del todo para mí.
Le había ido dando la espalda mientras hablaba. Él la miraba y la deseo de nuevo, la quiso a su lado en la cama, pero no era el momento. Ella necesitaba hablar y por una vez, la escucharía.
- Tú me enseñaste a tener amantes- le dijo sin mirarlo- me enseñaste a disfrutar de lo que me ofrecían, a no mezclarlo nunca con mi vida familiar, me enseñaste a amar, a gozar de los momentos de pasión, me enseñaste a no esperar nunca nada, a no soñar con el día de mañana. Pero; así nunca estoy completa, siempre me falta algo, siempre necesito más. Y esos huecos no se llenan teniendo más amantes, se llenan con amor.
Él sabía que tenía toda la razón, la amaba y nunca se lo había dicho, ahora podía perderla para siempre...
-¿Qué pasará conmigo?.
-¿Contigo?- Respondió ella.
-Sí, que vas a hacer, ¿También me dejarás a mí?.
Ella se giró, y él pudo ver en sus ojos la respuesta. Sí, puede que quisiera hacerlo, pero no lo haría. Nadie como él conocía sus silencios, sabía que quería decir con cada mirada, sabía el placer que escondía cada pequeño gemido. No, no podría engañarlo nunca, por eso le estaba contando su pequeña aventura. Era muy posible que dejara atrás a su marido, a fin y al cabo hacía mucho que no significaba nada para ella, pero a él, no, no lo dejaría nunca.
-No quiero hablar de eso ahora- contestó, moviéndose despacio, consciente de que la observaba.
Estaba completamente desnuda, pero tenía la seguridad de una mujer, que se sabe con su vestido más elegante. Él sonrió, recorriéndola con la mirada, acariciándola en la distancia, sabiendo que despertaría el animal ávido de sexo que se escondía en ella. No se explicaba como nunca nadie se había dado cuenta, como pudo disimular tan bien y durante tanto tiempo aquella doble vida. Podía parecer una simple ama de casa, una dulce mamá, la esposa perfecta, siempre atenta a todo lo que su familia necesitaba, hasta que aparecía él. Mundos separados, vidas distintas, como pasar de una dimensión a otra. Ella era su creación, su aprendiz, aunque había momentos en los que sentía que ahora ella era su dueña, y él, un simple esclavo de su amor.
-Ven aquí- dijo, señalándole el lado vacío de la cama..

viernes, 23 de enero de 2009

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Mis silencios.
Ayer recibí un correo, de alguien con quien de vez en cuando me escribo. En el me preguntaba si me ocurría algo, decía, "tu silencio es significativo". Mis silencios parecen hablar por mi. Y ni siquiera yo sé, que es lo que digo cuando callo.
Quizás si lo sé, son todas esas palabras que nunca pronuncio. Como si no supiera articularlas. Algunos leen mis silencios, unos aciertan, otros no. Ajustando lo que no he dicho, con aquello que quizás les gustaría oír, o con todo lo contrario, con lo que nunca querrían oír viniendo de mi.
También es posible que mis silencios no escondan nada, simplemente....estoy callada.

martes, 20 de enero de 2009

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Aún me siento extraña aquí. Es como estar de visita en casa de otra. Supongo que con el paso de los días, haré de este rincón algo mío. Siento como si viniera a hacerle confidencias a un extraño. Alguien que no me conoce, que no sabe nada de mi, que no me tiene ni el más mínimo aprecio. Aún no puedo abrirle el corazón a este lugar.
No, todavía no puedo...

viernes, 16 de enero de 2009

Sin asunto.

Como todos aquellos correos que te escribí, y que aún te escribo.
Llegué a pensar en no tener nunca más un rincón así. Pero de repente, se me llenaba la cabeza de todas esas palabras que jamás pronuncio. De todas esas cosas, que muchas veces, sólo a ti te cuento. Soy mala escogiendo nombres, poniendo títulos, y tú, me has ayudado esta tarde con eso y con alguna cosa más. Y de nuevo, tengo un lugar al que salir corriendo, donde esconderme, donde hablarte. Donde contarle al mundo, para que todos sepan, sin que nadie se entere....
Me gusta compartir momentos contigo.
Muchas gracias por todo el tiempo que me has dedicado hoy, por todo el que llevas dedicándome desde hace un par de años. Y por todo el que vas a dedicarme muy pronto...