martes, 28 de abril de 2009

Lo sé

Me quejo en exceso, lo sé.
¿Y qué?
Molesto con mis continuas quejas.
¿A quién?
Lo sé, sé que no sirve de nada protestar por cosas que aparentemente no tienen solución, o que si la tienen, que más da.
Todos nos quejamos, todos protestamos de las "injusticias" que cometen contra nosotros.
¿Por qué tengo yo que callarme?
Admito que me suceden cosas por que las permito.
Sé, que las estoy permitiendo.
Casi siempre tengo una razón para ello.
Dejaré de quejarme, en voz alta.
Lo haré bajito, para no molestar a nadie.
Lo haré en silencio, como muchas otras cosas.
Supongo que soy una loca que quiere que le sigan la corriente, sin conseguirlo.
Esta mañana la obra de mis vecinos me ha despertado temprano, era mi primer día de descanso, después de que mi "Jefa" me cambiase los turnos y me dejase sin ellos. Mañana pensaba hacer algunas cosas, pero han organizado otras para mi y ya no podré hacerlas.Mi "Jefa"que sabe que existo para cambiarme los turnos, desconoce mi existencia para darme las vacaciones en los días que quiero. Pero vuelve a conocerla para enviarme a hacer cursos, de nuevo en mis días libres. Y yo voy, y me quejo, y tú vas, y me dices que lo estoy haciendo.
Pues sí, protesto.
De que nada me sale bien a la primera.
Soy una quejica, lo sé, lo sé, lo sé y lo sé.
Pero sabes....
Hoy me da la gana serlo.


Y tú, no te quejes de que no sabías nada, acabamos de hablar de ello.

jueves, 23 de abril de 2009

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Hazme el amor despacio, sin ninguna prisa.
Acaríciame con el amanecer, suave.
No hay nadie, ni nada, tras la puerta.
Han desaparecido las dificultades, las diferencias, los compromisos, las distancias.
Incansables, insaciables
Invencibles.
No dejes que me despierte, no del todo, sólo lo justo para que busque tus besos.
Y así seguir soñando, el más hermoso de todos los sueños.


Justo esto llevaba yo en la cabeza cuando has llamado, más o menos. Quizás era más bonito cuando sólo era un pensamiento.
Hoy ha sido un día sensiblero. Duele saber que alguien a quieres sufre, y no puedes hacer nada.
Nada, sólo confesar tus más terribles equivocaciones, tus más oscuros secretos. Con el proposito de mostrar, hasta donde pueden llegar las complicaciones de algo tan bonito y tan hermoso como el amor.
No puedo decir que no me arrepienta de lo que hice, pero no lo hago de las decisiones que tomé.
He llorado y por lo menos dos de las veces que lo he hecho, me has oido tú.
Eso va en contra de mi imagen como te he dicho. Mi imagen de mujer fuerte que puede con todo, de esa tranquilidad pasmosa de la que todos me acusan, de esa indiferencia que al parecer, siento ante todo.
No sé si es una ventaja o una desventaja, ser como soy, parecer lo que parezco.
Pero es lo que hay.
Soy lentejas.
Ya sabes....

miércoles, 15 de abril de 2009

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Mi deseo bebe de la fuente de tus palabras.
Crece y se alimenta con la fuerza de la imaginación.
Siempre palabras, entre tú y yo.
Largas conversaciones en el sofá, o cortas a escondidas en cualquier lugar.
Mensajes perdidos en la nieve, prendidos en las cumbres de lejanas montañas. Mojados por la lluvia, desechos por el viento.
¿Quién sabe adónde van los mensajes perdidos?
Las palabras de amor que nunca encontraron su destino. Los corazones que se rompieron por su ausencia, por esperar palabras que nunca llegaron.
Palabras que necesitan aclaración, mudas, escritas en un papel, sin ninguna entonación.
¿Reías al escribirlas? ¿Llorabas quizás? ¿Me deseabas en ese momento?
Tan llenas y tan vacías de sentimientos.
Mi amor bebe de tus palabras.
De la unión de cada una de las letras, que componen nuestro amor.

martes, 14 de abril de 2009

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Nada es para siempre.
Ni siquiera el amor, perdura eternamente.
Decimos, no te olvidaré, siempre te amaré, jamás abandonarás mi corazón.
Al final, el tiempo, debilita los recuerdos, los esconde en el rincón más remoto. Y ya no sabes, si lo que un día sentiste, fue real o tan sólo un sueño.
Olvidar resulta siempre más sencillo de lo que pensamos. Más que olvidar, dejas de recordar. Un día no recuerdas su rostro, aún menos el calor de su piel o el sabor de sus besos. No reconocerías el tono de su voz, y no recordarías como solía llamarte. Y aquel que un día fue, tu gran amor, pasa a ser un pequeño recuerdo.
Te da miedo oírme hablar así, en este caso leerme.
Sabes que mis pensamientos suelen ser un tanto...caóticos. Que hoy están aquí, mañana en ayer y pasado mañana, quien sabe donde estarán pasado mañana. Que intentando aprender de mis errores, quizás y sólo quizás, no bajo del todo la guardia. Aunque a ti te parezca que no hay ni un mísero guardián, ni un solo centinela, créeme, están ahí. Tratando de proteger lo poco que puedan de mi, lo poco que yo les deje. Intentando velar por la integridad de mi... tú la llamarías salud mental, puede que yo lo llame...corazón. Puede que por eso tenga siempre un pie aquí y otro allá. Siempre en equilibrio, o que parezca que lo estoy.
Hay un lazo fuerte entre tú y yo, lo hemos atado bien, con lágrimas, con tú esfuerzo. Pero también sabes lo frágil que puede ser.
Cómo es eso que se dice...tan fuerte como el más débil de sus componentes...o algo así no?.
No voy a pensar en mañana, ni en ayer, ni siquiera voy a pensar en hoy.

domingo, 12 de abril de 2009

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Saber que otros se equivocan, que cometen errores similares a los míos, aunque no sea un consuelo, es algo parecido.
Ha sido una semana larga. Mucho trabajo, casi he agotado mi reserva de paciencia. He tenido que respirar hondo muchas veces antes de hablar. Quizás ha sido mi particular...penitencia.
Anoche volví a recordar la muerte de mi padre. Sucedió algo en el trabajo, y alguien mencionó unos niños. Unos niños de edades parecidas a las que teníamos en su día mi hermano y yo. Me pregunté, si con el paso de los años esos niños, se encontrarían con situaciones parecidas a las que hemos vivido nosotros. Si serían como nosotros. Si se refugiarían tanto en ellos mismos como hemos hecho nosotros. Si buscarán el cariño que ahora pierden, casi en cualquier parte.
El día que perdimos a nuestro padre, perdimos también a nuestra madre. Ella aún vive, pero entonces dejó de hacerlo. Dejó de ocuparse de nosotros, el dolor de la perdida se lo impedía, le impedía seguir queriendo a los que tenía alrededor. Dejó de querernos, dejamos de importarle, durante años fue así. Mi hermano y yo salimos adelante, todo el mundo lo hace. Pero ahora, casi veintidós años después, estamos pagando el precio del amor que perdimos en aquel momento. Aún somos dos niños buscando que nos quieran, hambrientos de amor. De un amor que nosotros mismos nunca somos capaces de completar.
En la búsqueda de ese amor, creyendo haberlo encontrado, he cometido errores. Los errores se pagan, dicen que de ellos se aprende. Creí que sólo yo era capaz de cometerlos, esos en concreto. Me sentí más torpe y más estúpida que la gran mayoría. ¿Cómo podía haber hecho tal o cual cosa? ¿Cómo podía tropezar una y otra vez en la misma piedra? ¿Cómo era capaz de solucionar mis "errores" de la manera en que lo hacía?
Saber que otros se equivocan en cosas similares, no es un consuelo, pero es algo parecido.
Ha sido una semana dura. Ahora tengo unos días para descansar, reponer la paciencia que gasté, sentarme a leer al sol, tratar de escribir mi relato y convencerme a mi misma.... de que ahora no me estoy equivocando.

viernes, 3 de abril de 2009

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Aunque no sirva para nada, yo sigo con mi manía de escrbir.
Hay un certamen al que me presento todos los años, desde hace tres. Este año, por circunstancias largas de explicar, había renunciado a hacerlo. Pero los organizadores se tomaron la molestia de invitarme, y yo, bueno, no quiero hacerles un feo,(ya sé que les importa un pimiento, sé que la dirección de correo electrónico fue añadida con un montón más, sé todas esas cosas), y me presentaré. Eso si consigo escribir algo que, como todo lo que escribo, me resulte "bonito".
El año pasado, no encontraba inspiración para mi relato.
La encontré en un sueño. Suelo recordar con bastante precisión mis sueños, en aquel buscaba un papel donde escribir una frase. Y decidí usar esa frase en mi relato, partir de ella, que formase parte de toda la historia. Y la verdad es que resultó bastante "bonito".
Esta noche he soñado con Absenta azul. Yo pensaba que sólo era verde, pero leyendo un poco sobre ella, resulta que sí, que puede ser azul, La Bleue. Ya había decidido que esa curiosa bebida, sería el punto de partida de mi relato de este año, y el conocer a La Bleue me ha animado aún más a hacerlo.´
Todavía no sé como se desarrollará, pero eso no extraño en mi. Lo divertido de escribir es ir descubriendo la historia poco a poco, que no sea... premeditado. Sentarme y dejar que la imaginación, la inspiración o lo que sea, vaya creando, dando forma, hilando la historia, de la que ahora mismo sólo sé... que tendrá que ver con la Absenta.
Espero que quede..."bonito".