El otro día, hablaba yo de ese lugar en el que se esconde la felicidad, lugar que pensaba no buscar, porque para que...para no encontrarla siempre hay tiempo.
Y resulta que no hay que buscarla.
Está entre sus brazos.
En mi cabeza apoyada en su pecho.
En sus besos.
En sus te quiero.
Y con todo eso, llega también la tranquilidad, esa que sí que andaba buscando yo...
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hola...
ResponderEliminarun dia soñe con la felicidad y pense que existia...
Ya hoy no creo que eso exista solo el estar mas o menos bien...
besos y me alegro que tu si la encontraras...
PUfff, q bonito tener la felicidad tan a mano.
ResponderEliminarY además, q trae también tranquilidad. Enhorabuena!!
Saludos desde el Inframundo.
...sí que es cierto...ahi anda escondida y cuando queremos sale a flor de piel..en todas esas pequeñas cosas,, actos y sentimientos..ahí se encuentra...no debemos buscarla en el más allá....que allí no hay nada!!
ResponderEliminarPues sí la tranquilidad va muy unidad a la felicidad, ya que debemos estar tranquilos para apreciar, querer y amar todo lo que nos rodea...que es de valor incalculable.
Más besos...que calor!! yo quiero volver a la playa a la orillita del mar..jajaj
¡HOla!
ResponderEliminarMuchas gracias (siento el retraso, eso sí) por tus comentarios. Y por tu entrada, que no viene nunca mal recordar dónde reside el escondite de la felicidad.
Un beso
Aciertas al decir que a la felicidad no haay que buscarla. En cambio te equivocas (creo) al ubicarla en unos brazos, en unos besos e unas palabras. Está dentro de ti, dentro de nosotros.
ResponderEliminarTambién aciertas en que la felicidad y la tranquilidad (la paz) están íntimamente relacionadas. Pero, insisto, está dentro de nosotros; si nos viene de fuera es siempre ilusoria.
Un beso y me alegro de haberte re-descubierto después de tanto tiempo.
La felicidad es una mentira con demasiados complices como para negarla.... eso te lo digo yo... aunque ni pinche ni corte.
ResponderEliminarSaludos! Muy bueno tu blog!