sábado, 5 de junio de 2010

Adiós

Llevo un tiempo considerándolo. Decir que ha sido una decisión repentina sería mentir. Desde que deje de ser Valentina, y aún cuando todavía lo era, sentía que ya no podía expresarme libremente aquí. No soy tan anónima como quisiera. Cada vez que escribo mido las palabras para no molestar a ninguno de los que me leen, porque todos son buenos amigos. Y cuando no las mido, termino por hacer que no se sientan bien, o mis palabras generan preguntas que no quiero contestar.
La única manera de poder ser totalmente libre es escapar de aquí, puede que vuelva a empezar en otra parte o puede que nunca mas busque un rincón así para mi. De momento y como suele decirse, voy a tomarme un tiempo
Ha sido un placer, fue bonito mientras duró, pero Miss Hyde y yo no tenemos futuro juntas.
Adiós.

viernes, 4 de junio de 2010

......

Vuelvo casi sin querer a mi antiguo blog. ¿Dónde se ha quedado esa pasión con la que escribía?
Recuerdo que cuando hice mi primer taller de escritura creativa, mi profesora me recomendó hacer uno de poesía. Y ahora que me leo, creo que yo también la veo, pero entonces no la sentía. No soy buena escribiendo, pero en esas antiguas palabras, creo en el amor y creo que me aman. Cuando he dejado de creer que eso es así, no lo sé, pero desde luego jamás podrán salir de mi palabras tan dulces como las que escribía en aquel tiempo.
He leído que Julio decía amarme, que se había enamorado de mi corazón. No sabía hasta que no lo he leído, que lleva años diciéndome eso mismo, y a mi me parecía que era una novedad... Quizá sus palabras también son fruto de la rutina, que termina instalándose en todas partes.
Siempre he dicho, y sigo manteniéndolo, que el amor es lo mejor que hay, mientras dura. Ninguna flor mantiene su belleza eternamente, y el amor termina por ajarse, mustiarse, secarse... morir. No hay riegos, ni abonos milagrosos, ni fertilizante alguno, que lo haga durar para siempre, ahora lo sé. Es posible que de esa maravillosa flor de amor, quede una semilla, algo que te haga pensar en renovación, en una nueva floración. Pero sólo es eso, cariño, respeto, amistad, algo latente, pero sin fuerza ni pasión.
En algún lugar del camino, he perdido esa fuerza, esa pasión, esas ganas de amar, he perdido la ilusión.
Lo gaste todo, tratando de que me quisieran, tengo la sensación de haber suplicado amor.
Nadie vio, la maravillosa flor que guardaba mi corazón, nadie se molestó en cuidarla un poco, en mimarla al menos un instante. Tomaron su color, su perfume, y la abandonaron cuando comenzó a perder belleza.
En el árido terreno donde antes había un frondoso jardín, aún pugnan por crecer algunas briznas de hierba, aún parece quedar vida. Aunque ahora, ni siquiera yo, me tomo la molestia de pasar por allí y regar un poco

martes, 1 de junio de 2010

Creer o no creer, esa es la cuestión.

De tanto recodar, los fantasmas del pasado cobran vida.
Y vuelvo a hablar conmigo misma en el espejo, y vuelvo a reñirme hasta hacerme llorar.
Los por qué y para qué, nunca obtienen respuesta, como mucho un... no lo sé.
Lo que hice en el pasado no tiene arreglo, y aunque pueda parecerlo no me arrepiento. Viví escasos momentos felices. Porque se es feliz en la ignorancia, feliz imaginando, feliz haciendo castillitos en el aire, feliz creyendo, feliz porque buscaba ser feliz.
El amor no es cosa de dos.
Basta con creer que te aman, basta con repetirte una y otra vez que la otra persona alberga por ti profundos sentimientos.
El amor es cuestión de uno solo.
Nunca nos mienten, nosotros creemos.
Nunca nos desengañan, simplemente dejamos de creer.
Y cuando un fantasma de repente cobra vida, vuelvo a ser la misma ingenua que era cuando ese ente existía e importaba en mi vida.
En realidad, solo me importaba a mi por que así lo quise yo.

jueves, 27 de mayo de 2010

El baúl de los recuerdos.

El roce de una mano en la espalda.
Unos ojos que se posan un instante en otros.
Una palabra a medio pronunciar.
Un beso robado, regalado.
Momentos que componen recuerdos para guardar, instantes de una vida. Retales cosidos unos a otros, algunos solamente hilvanados con puntadas grandes, lo justo para no perderlos. Otros cosidos y recosidos para no olvidarlos, sujetos firmemente en algún rincón del alma, de la memoria, del corazón.
Poner orden y sentido a los sentimientos.
¿Cuándo amé por primera vez?
¿Cuándo odié la última vez?
Responder, buscando y rebuscando en ese inmenso baúl de los recuerdos que todos tenemos en alguna parte. Algunas veces olvidado, otras perdido y muchas escondido, porque siempre hay cosas que no queremos que vuelvan a salir de el.
He desempolvado el baúl, tengo la llave en la mano, es vieja, oscura, pero abrirá la cerradura con facilidad. Dejará escapar cientos de fantasmas, que me susurran mil historias al oído.
Pienso sentarme a oírlos, y a recordar.

domingo, 23 de mayo de 2010

Y por qué no

Dicen que hay que escribir de lo que uno de verdad conoce.
Ha llegado el momento, de dejar salir todo de una vez.
En algún momento tenía que empezar a ser real.
Por qué callar lo que siento, lo que pienso, lo que me da rabia, lo que me hace llorar.
Por qué no reír, por qué no amar.
Por qué huir del deseo.
Por qué esconder la pasión.
Por qué voy a tener miedo.
Voy a mirarme en el espejo de las sirenas, y a ser quien desee ser.
Voy a empezar algo, y lo voy a terminar.
Sé que voy a conseguir.
Sé que será más de lo mismo, de lo de siempre.
Pero visto eso, no tengo nada que perder.
Así que....
Una vez puesto el título....
Sólo hay que seguir, y seguir y seguir..... hasta el final.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Un día soleado, tan gris...

Se levantan muros en el castillo. ¿Quién quiere encerrar a la princesa? Ya no ve el verde de los campos que rodean su torreón, ahora no hay más que otra pared, aún si encalar. Gris, tal y como ha sido todo el invierno, tan gris que no la deja ver la primavera.
Nadie acude en su auxilio, nadie va a venir a rescatarla.
Dónde están las promesas de amor cuando se necesitan. Dónde los caballeros que obtuvieron el premio de su inocencia.
Lágrimas de sirena, varada a contraluz.
Lágrimas de la que un día, quiso ser princesa.

jueves, 13 de mayo de 2010

Tócala otra vez... Alejandro..

No hay nada como volver con un viejo amor, alguien conocido con quien has reído y llorado, alguien que te ha acompañado en los buenos y en los malos momentos, alguien que siempre entendía como te sentías.
Este viejo amor mío, no es mas que alguien a quien hace tiempo no oía, no como hoy, así de seguido, cantándome al oído todas sus canciones de amor y desamor.
Había olvidado lo bien que me sienta oír a Alejandro Fernández, ya sé que por ahí hay quien se inspira en la música clásica, o en cualquier músico, compositor, cantautor, de esos que son ya "todo un clásico". Pero a mi me encanta este hombre, y sus letras sencillas, que tan acertadas han estado con mis sentimientos en más de una ocasión. Y siguen haciéndolo.
Y me dan ganas de hacer algo que el otro día me aconsejaba un buen amigo, suéltate, escribe, crea, y son estos y no otros los breves instantes en que me siento capaz, muy capaz de hacerlo.
Lástima que tenga que trabajar dentro de un par de horas, y no pueda quedarme simplemente a disfrutar, de la manera en que las letras van ocupando el espacio en blanco de la pantalla de ordenador.
Mañana, tal vez pasado... Alejandro.

miércoles, 28 de abril de 2010

Va de cuento...

Llegaban del todas partes, de todos los rincones de aquel vasto imperio, con la esperanza de obtener la mano de la princesa. No era bella en demasía, pero tenía lo que algunos dieron en llamar "ángel". Un cierto aire de misterio, mezclado con mucha dulzura, algo que nadie sabía concretar la hacía terriblemente deseable.
Los había jóvenes y apuestos, otros, maduros y serenos. Algunos ponían a sus pies su fuerza y su valor, otros sus tierras y riquezas, palacios y títulos de nobleza. Pero ninguno de ellos convencía del todo a la hermosa princesa. Los consejeros le susurraban al oído "Mirad aquel majestad, es un gran caballero" "¿Y aquel otro? es hijo de un rey". Ya desesperaban de que la princesa concediese su mano y tomase alguno de aquellos pretendientes por esposo, cuando alguien volvió a llamar a las puertas de palacio. Vestido pobremente, sin nada en las manos, se acerco un joven campesino. Los consejeros le salieron al paso, para que no se acercase a la princesa "¡Como te atreves!" le gritaban. Ella al ver aquel alboroto, se levantó del trono y pidió al nuevo pretendiente que se acercara. "No parece gran cosa", pensó para si la princesa, pero nada perdía por oírlo.
"¿Qué me ofreces campesino?" le preguntó la princesa "No pareces tener nada"dijo mirándolo de arriba a abajo. "Si os referís a riquezas majestad, no tengo ninguna. Pero si tengo algo que ofrecer y que aún nadie os ha ofrecido". Aquellas palabras intrigaron a la princesa que dejo su real asiento para acercarse al campesino "Y bien, ¿Qué es?" preguntó.
El campesino se llevo las manos al pecho y dijo"Una promesa de amor y un corazón sincero"
¿Sería ese ofrecimiento capaz de tentar a la hermosa princesa....?

lunes, 26 de abril de 2010

......

Algunas veces confesamos cosas con cuidado, pidiendo perdón de antemano, con miedo de dar miedo.
Algunas veces, la respuesta a esa confesión, es otra. Un corazón que se desnuda un instante, las puertas del alma abiertas de par en par durante unos segundos.

domingo, 25 de abril de 2010

Vivo sin vivir en mi...

Algunas veces cierro los ojos para verte.
Salgo de aquí, me escapo un rato, contigo.
Y quiero, como siempre, cosas que no puedo tener.
No voy a quejarme de mi vida, si alguien esta esperando eso, puede dejar de leer aquí. No, no puedo, no debo quejarme. Tengo salud, familia, trabajo, gente que se me aprecia y a la que yo aprecio, algún amigo, alguna amiga, hago unos bizcochos riquísimos y de vez en cuando acierto con lo que quiero decir. ¿Qué más podría querer?. Imagino que la parte insatisfecha de mi misma, es esa que se acerca aquí a escribir, la que en realidad casi se puede decir que... no existe. No es del todo real, es pura fantasía, y quiere cosas, que no puede tener. Quiere una vida que no es la mía, y sé, que de tenerla no sabría vivirla. Así que, de vez en cuando la dejo salir, la dejo cerrar los ojo y soñar completamente despierta. La dejo hacer esas cosas que yo no puedo, ni debo hacer, la dejo vivir la vida que sueña, esa que a mi me hace sentir arriesgada y aventurera. Después vuelve, se esconde, se calla, deja de soñar, y yo, sigo con mis bizcochos y mi vida...
Y las dos, felices como perdices.

viernes, 16 de abril de 2010

Serán cosas de la edad.

Si que es cierto, mi querido Nemesio, que di una prenda a aquel caballero, la de mi confianza. Le abrí en un tiempo lejano, mi corazón, mi alma.Ofrecemos promesas, que luego no cumplimos. Somos capaces de decir... siempre..Sin pensar que siempre, es mucho tiempo, es todo el tiempo, es... para siempre.
A pesar de todo, a pesar de saber(o creer saber) qué puede ser cierto y hasta donde puede serlo. A pesar de que quizá mi sabiduría puede no ser mas que desconfianza, a pesar de todo eso...
Sigo creyendo en caballeros que defienden doncellas, sigo creyendo en la lealtad.
Alguien me dijo el otro día, cuando afirme que creía en el amor, que era una romántica empedernida. Puede que sea así, puede que una parte de mi se niegue a crecer, que siga siendo aquella niña de gruesas trenzas de devoraba cualquier libro que cayese en sus manos. Y a la que le sigue gustando que ganen los buenos, los finales felices, y las historias de amor.
Es posible que nunca termine de crecer. Seré una señora mayor, muy infantil. Pero tanto a los niños, como a los ancianos, se les perdonan muchas cosas precisamente por su edad.

jueves, 15 de abril de 2010

Bien anclada

No me caeré Heloise. No, porque ya me caí, con ese mismo castillo y ese digamos... mismo caballero.
Los pies no se me despegan del suelo con facilidad, ya quisiera yo, pero no. Puede parecerlo, pero sé exactamente a que sueño se le puede hacer caso, y a cual no. Lo he aprendido desde luego a base de aterrizajes de emergencia, algunos con buena fortuna, otros no tanto. Tendría que explicar muchas cosas sobre ese... caballero.. para que se me entendiese con facilidad, pero es que ya esta todo escrito, Valentina lo escribió. No voy a repetir sus palabras, no es necesario. Lo mío, que no lo de ella, no es más que pura curiosidad, la que tendría cualquiera que quisiera saber, porque siempre se me quedan misterios por resolver. Preguntas que deseo hacer, y que nunca hago. Y como digo muchas veces, soy mala interpretando las señales. Quizá lo único que pretendo es que él vea... una sonrisa en mis labios, puede que incluso un poco fría...
Si consigo alguna vez... satisfacer mi curiosidad

martes, 13 de abril de 2010

¿Fue por mí?

Hoy he vuelto a verlo.
Esta mañana temprano hemos cruzado un buenos días. Como alguna que otra mañana he esperado que llegase hasta el lugar donde sabe que estoy. Precisamente hoy, pensé, no hay nada que lo obligue a venir, no vendrá, no hay excusa para que lo haga. Y precisamente hoy, me he equivocado. Algo me dice, aunque puedo volver a estar totalmente equivocada, que sabía que no tenía nada a lo que ir, y aun así...
¿Pudo ir a verme a mi? ¿Le remuerden en la conciencia las promesas incumplidas?
Si me atreviese, si no pensara que él puede creer que hay algún oculto interés, le preguntaría directamente... ¿Alguna vez piensas en mi? Tal vez sólo por saber, si soy yo la que ve cosas, o esas cosas ocurren realmente.
Durante su breve visita en la que lo he sacado del error, aclarándole que hoy no había nada para él allí. Hemos mantenido una también breve conversación, con tan sólo una, desde luego breve, pregunta personal que mas que nada tiene que ver con mi salud.
Voy a admitir una cosa, y que nadie piense lo que no es.
El corazón me latía deprisa.
Puede que sólo porque pensaba, y puedo estar equivocada, que él de todas todas, ha ido allí... por mí.

viernes, 9 de abril de 2010

De viaje

Mañana me esconderé detrás de la persona a la que acompaño, toca uno de esos acontecimientos sociales de los que hablaba hace unos días. Dejaré que él sea el protagonista, que lleve las conversaciones, que hable de sus muchos méritos, y procuraré, a pesar del vestido, que nadie me vea.
Quizá haga alguna foto bonita, pero nunca aprendí a ponerlas aquí.
Quizá de una vez por todas encuentre entre tanta historia, inspiración para las mías.
Quizá mientras paseo, toque con la punta de mis dedos, directamente el pasado.
Quizá recuerde muchas cosas, y seguro que entre ellas alguna que debería olvidar.
Algunas veces pienso, que en otra vida, yo vivía allí, que algo de mi pertenece a esa ciudad.
Me gusta mucho el lugar al que vamos, algo de bueno tenía que tener el asistir a algo que ni me va, ni me viene.
Seré algo que no suelo ser, seré positiva.
Intentaré pasarlo bien.

sábado, 3 de abril de 2010

¿La búsqueda?

Tengo por delante un par de meses llenos de... digamos... acontecimientos sociales.
Soy poco sociable.
No es que no me guste la compañía de mis semejantes, supongo que sólo es que mi autoestima y yo, creemos que no somos nunca del agrado de nadie. Sé que con mi edad, debería dejar de lado todo tipo de inseguridades. Tengo que ser eso que se llama "una mujer de mi época". Algunas veces creo que he nacido en el siglo equivocado, aunque estoy segura de que también hubiese desentonado un par de siglos atrás. En resumidas cuentas, creo que se nota que no he encontrado "mi sitio".
Será cuestión de seguir buscando

jueves, 25 de marzo de 2010

Dejando pasar el tiempo

No tengo tiempo para nada, pero tampoco me parece estar haciendo algo.
Tengo en mente los proyectos de varios relatos que quiero escribir. Ya conocéis esa afición mía de gastar dinero en sellos y sobres, para enviarlos a lejanos certámenes donde siempre hay un cubo de basura que llenar. Lugares en los que espero que al menos, reciclen el papel. No he empezado ninguno, aún hay tiempo. Un tiempo que va que vuela, sin detenerse ni un solo segundo. La que está o parece estar parada, soy yo. La sensación de que se me acaba no me abandona. Estoy sana, o eso creo, no soy excesivamente mayor, no debería pensar que no tengo "tiempo por delante". Y es que ese trabajo mío... donde me parece estar viendo continuamente el futuro, mi futuro, y el de los que me rodean... ese trabajo mío... le quita color a la vida y la vuelve gris.
Esta mañana le comentaba a una compañera, que en una película de ciencia ficción, de la que no recuerdo ahora mismo el título, había un personaje siempre triste. El personaje en cuestión era un cíclope, y la razón de su tristeza era que conocía desde el momento de su nacimiento, el momento exacto de su muerte. Así me siento, no es conozca el instante certero de mi muerte, pero si... algo parecido... veo cada una de las muchas variantes que puede tener, y me asusta.
No la muerte en sí, la enfermedad, el dolor, la vejez, la soledad, lo que la rodea tantas y tantas veces. Todo eso debería tener en mi el efecto contrario del que tiene, debería hacerme vivir más, aprovechar cada momento, pero no lo hago. Es como si me resignara simplemente a esperar, a dejar pasar los días, a ver pasar las estaciones. Las hojas que cayeron hace unos meses, están a punto de volver a brotar. La vida estallará por todas partes de repente sin darnos cuenta, y yo... sólo la veo pasar
Sé que todo esto no son más que un sin fin de pensamientos mal colocados y peor descritos, pero como dije al principio, esto de escribir no es más que una afición, y ya se sabe como hacen las cosas, los aficionados.

jueves, 11 de marzo de 2010

Vampiros

Vampiros.
Me gustan los vampiros, ya me gustaban mucho antes de que a todos les encantase Crespúsculo. Empezó con Anne Rice y Lestat, he leído todo que ha escrito, todas sus crónicas vampíricas. Así que cuando "veo" un vampiro, no puedo resistirme. Últimamente están muy de moda, los vampiros atractivos, altos, musculosos, terriblemente sexys.
Esta mañana estaba sola, y he dejado que me visite un vampiro, sí, a plena luz del día. He pasado parte de la mañana en pijama, arrellanada en el sillón, leyendo a una tal Lara no sé que, y su novela de vampiros. Casi me dio vergüenza pedirla el otro día en la librería, será porque me veo mayor para leer novelitas de subido tono rosa. Pero tenía que "ver" a ese vampiro, que como no, es un ser magnífico. Él y sus compañeros inmortales, a los que la autora llama machos, y ellas, hermosas mujeres mortales a las que la autora llama hembras. No tengo que explicar que sucede cuando un macho y una hembra se encuentran... cualquier cosa que podáis imaginar en cuanto a sexo, ocurre en esa novela.Orgasmos interminables e incontables, pasión desatada, totalmente fuera de control.
Y yo, que estoy últimamente muy crítica con todo, hasta he encontrado párrafos que a mi antiguo profesor le hubiese encantado corregir. Por ejemplo, en uno de unas seis o siete lineas, se repite cuatro veces la palabra calor, pero bueno... ella publica libros y yo... ni siquiera los escribo.
Así que, me vuelvo a los brazos de ese musculoso vampiro, a seguir contando orgasmos.

domingo, 7 de marzo de 2010

Releyéndome

He pasado un buen rato leyéndome a mi misma. He visitado mi viejo blog, Antes fui Valentina. Creo que algunas veces aún siento nostalgia y vuelvo allí, como quien visita a un viejo amigo. Voy de acá para allá, visito meses concretos o al azar, y al leer mis propias palabras recuerdo que las motivó, que sentía justo en el momento de escribirlas. Algo más de tres años de mi vida, de la vida de Valentina. Aventuras y desventuras. Risas y lágrimas. Amor y desamor. Y pasión, tanto la que da el amor, como la que va unida a un sentimiento parecido al odio, al resentimiento.
En fin... todo un culebrón.
Pero allí, algo en mí, tenía más calor.
Será que me vuelvo fría con los años...

viernes, 5 de marzo de 2010

Esto podría titularse... Los abrazos rotos.

He vuelto a soñar con él.
Un sueño curioso y sin final. Podría contar detalles, suelo recordar muy bien lo que sueño, pero sólo diré que al final, justo cuando él dejaba lo que estaba haciendo para hablar conmigo... sonó el despertador.
Ni siquiera en sueño hemos mantenido una conversación.
Abrazos. Suelo decirle a un amigo, en realidad es muchísimo más que eso, que no sé si me dejaría abrazar. No tengo costumbre de que lo hagan, y cuando alguien lo hace, me tenso, no rehuyo el contacto pero tampoco lo disfruto. No suelo abrazar a nadie, puede que os resulte raro, pero no lo hago. Por eso, cuando soy yo quien lo necesita, no encuentro quien lo haga y si alguien lo hace, me siento rara. Siempre digo que soy poco cariñosa, aunque por ahí hay quien dice que eso no es así. Quizá expreso poco lo que siento, no sé...
Pero si recuerdo haberme dejado abrazar por él, incluso recuerdo haberle pedido un abrazo.
Y ahora... ni en mis sueños... deja que me acerque.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Recordando

Hace un par de días fue su cumpleaños. Quizá no debí felicitarlo, pero lo hice. Intercambiamos un par de mensajes, él quiso hablar conmigo o eso creo, pero era muy tarde y le dije que no. De nuevo no sé que me hizo pensar que me llamaría al día siguiente o tal vez hoy, pero nada.
Y es que tengo un run run en la cabeza que me hace pensar en él. Sin motivo ni razón, no hago más que recordarlo.
Palabras, gestos, sonrisas, miradas, y todo ello, pertenecientes a un pasado remoto.
Es muy posible que lo único, lo que de verdad echo de menos, es su compañía. Una persona físicamente presente a la que poder recurrir, con la que poder hablar, a la que poder abrazar.
Una vez también escribí, que aparecía justo en el instante en que el hielo amenazaba con instalarse dentro de mi, que me daba el calor necesario.
Es posible, que sólo sea eso lo que me pasa.
No es a él a quien echo de menos, es solo la sensación... de tener a alguien cerca.

viernes, 26 de febrero de 2010

Se busca

Según mi profesor he de encontrar mi propia manera de decir las cosas. Pensaba que la tenía, que precisamente cuando escribía era yo y sólo yo. Resulta que no es así.
Parece ser que nunca voy a conseguir encontrarme, que nunca voy a saber como soy en realidad. Tendré que verme con los ojos de otros, componer un rompecabezas con distintas opiniones, hasta dar conmigo. Ni siquiera sé si me gustará lo que averigüe.
De ahora en adelante coleccionare las distintas versiones que podáis darme de mi misma. Imagino que alguien coincidirá en algún aspecto y así, poco a poco, sabre como soy, y quien soy.

martes, 23 de febrero de 2010

Torpe.

Me dio morriña encontrarlo, eché tantas cosas de menos, cosas que en realidad ni siquiera tuve. Incluso he mirado el teléfono, por si acaso... Sabía que no debía esperar nada, lo sabía y aun así...
Sin querer, o tal vez queriendo, se lo conté a alguien, a quien quizá precisamente no debía contárselo. Tuve, como el borracho de mi último ejercicio, necesidad de vaciar mi alma sin que casi importe quien escucha. Y hoy, esa persona sale con otra, cosas de su vida, y yo, sigo, vuelvo a creer que tengo cosas que en realidad no tengo.
Debería limitarme a aquello que puedo de alguna manera controlar en mi vida. No perder los estribos, a no reclamar sobre lo que no tengo derecho, a no salirme del tiesto, de mi tiesto. A vivir lo mejor que pueda con lo que he elegido, y dejar de tener vidas alternativas.
Lo que no tengo, es porque no puede ser mío, ya debería haber aprendido la lección.
Soy estúpidamente torpe.

lunes, 22 de febrero de 2010

Una mañana cualquiera, de un día cualquiera.

Una vez hace mucho tiempo escribí, que nunca había visto brillar tanto unos ojos, como los tuyos cuando me miraban.
Hoy he vuelto a verlos, sólo un segundo, no con el mismo brillo pero si con intensidad. Ya no sé leer en tu mirada, ya no leo el deseo, ni la pasión, ni los remordimientos.
Prometiste ser algo, es posible que lo hayas intentado, pero desde luego no lo has conseguido.
Quizá mejor así, de todas formas era una de esas cuestiones de... para qué.
Compartimos algunos momentos, muchas risas, juegos en el parque, y un par de besos.
Yo era algo que no debías desear, que no debías añorar, que no debías querer.
Extrañamente algunas veces, muy de tarde en tarde, vuelves a mis sueños. Me pregunto si alguna vez tú sueñas conmigo, extrañamente quizás. Somos, fuimos, tal y como dicen las canciones y los poemas, dos barcos que se cruzan en la oscuridad navegando juntos durante un breve espacio de tiempo, para luego seguir caminos separados.
Hoy el mar, no nuestro mar, uno cualquiera, nos hizo navegar, no juntos no, sólo desde lejos y por un instante, a la par.
Encontré tus ojos... sólo un segundo, pero no sé... si querían decir algo.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Mi autoestima y yo

Y aquí estamos de nuevo, mi autoestima y yo.
Ella no es más que una arrastrada, hago lo que puedo por que levante cabeza, pero nada...
Mira que le digo veces que nada es para tanto, que si vale mucho, que si es genial, que si está más delgada que nunca, que se va a quedar preciosa cuando le quiten el aparato de los dientes. Pero no me sirve de nada, o mejor dicho, a ella no le sirve.
Para bien o para mal, vivimos juntas, y más tarde o más temprano el que vaya tirada por los suelos, termina por afectarme a mi. ¿Y qué pasa entonces? Pues que soy yo la que quiere dejar de hacer cosas, tanto oírla decir "para qué.. para qué.. para que... para qué.."hace que me vuelva, la mire a los ojos y le diga "tienes razón, para qué".
Y henos aquí( ¿Se escribe eso así?), tristes y compungidas ( si cariño, yo también me compunjo). Nos comeríamos un buen bocadillo bien relleno de algo rico, pero por culpa del aparato no podemos morder. Lo de escribir lo llevamos últimamente regular, no nos gusta no gustarle a nuestro profe, odiamos ser el patito feo de la clase, sobre todo por que somos un pato que nunca se convetirá en cisne. No deja de llover, así que los paseos para pensar, meditar y relajarnos también quedan descartados. La verdad... no sabemos que hacer. Ella no levanta cabeza sin mi, y yo sin ella, no soy nada.
Y algo tengo que hacer, porque el suelo... está tan frío..

domingo, 7 de febrero de 2010

.....

Aquí estoy una vez más. Sin nada que decir, si nada que contar. No voy a hablar otra vez de mis sueños rotos, para qué, a quién le importa, a nadie le interesa. Supongo que hay que aceptarse como se es. Llevo toda mi vida diciendo que me acepto, pero no, nunca lo he hecho, y nunca he hecho nada para cambiar lo que me no me gusta de mi misma. Quizá uso el ser negativa, el criticarme constantemente como excusa, precisamente para no hacer nada. Y si alguien a estas alturas está pensando que voy a empezar a hacerlo, se equivoca del todo. No soy luchadora, me rindo con facilidad, acepto las derrotas de batallas que nunca he batallado. Saco la bandera blanca aun antes de leer el manifiesto donde se me declara la guerra. No penséis que estoy triste, no más que ayer, o menos que mañana, estoy igual que siempre.
Y lo malo o lo bueno es, que no voy a hacer nada para cambiar eso. Me quedo aquí, permaneceré aquí, mis días seguirán siendo iguales, yo seguiré siendo igual. Tal vez en algún momento soñaré sueños en los que todo haya cambiado, en los que yo haya cambiado, en los que sea capaz de pelear. Sueños que me parecerán increíbles, pero al fin y al cabo, sueños nada más.

jueves, 28 de enero de 2010

Quiero ser, lo que no soy.

Ya sabía yo, que el resultado de mi ejercicio no iba a ser demasiado bueno.
A ver... no es que haya sido malo del todo, total, sólo me corrige unas faltas, alguna coma que está donde no debiera, un cierto despiste con los tiempos de los verbos, y que rimo, sí, que rimo las frases y eso por lo visto esta muy feo. A parte de esas cosillas (que no es poco) está bien escrito. Bueno, he de añadir que dice que soy... algo así como predecible, sin tensión, sin sorpresas, lo que viene a ser... sosa.
Y yo me pregunto ¿Dónde está lo bien escrito?. Supongo que no ha querido ser desagradable, a fin de cuentas ya ha cobrado, lo mismo cree que "me lo debe".
Alguien hace unos días me dijo:
-¿No pretenderás escribir un pelotazo como Harry Potter y forrarte?
-No, desde luego- contesté(pero con la boquita pequeña)
- Tú, escribes como yo, para dejar un legado de tu imaginación- dijo él.
- Claro- dije yo
Y es que eso de escribir para uno mismo está muy bien. Desde luego no pretendo escribir de nuevo Harry Potter, pero ya os confesé hace unos días, que no me importaría hacer algo parecido. Sé que no es posible, y a falta de eso, quiero hacerlo bien. Soy una piedra, en un montón de piedras, pero quiero ser la que alguien ve brillar, la que parezca distinta a demás. No sólo no ocurre, si no que parece que cada día me vuelvo más gris, más igual, menos especial.
Me he pasado la vida queriendo ser invisible, y ahora, estoy empeñada en que todos me vean.

lunes, 25 de enero de 2010

Si no sabes...

Ya está, ya he enviado mi primer ejercicio, y parece que en lugar de ir ganando seguridad en mi misma con estos trabajos, la voy perdiendo. Ni siquiera me atrevo a leer a mis compañeros, lo he hecho por encima y son... mejores que yo. Mi historia es sencilla, como siempre y como todo lo que escribo, demasiado sencilla. No hay nada en ella que realmente llame la atención. Sé que debo esperar a ver que dice el que corrige, pero es que... que va a decir de un cuentecito de pastores y cabras...
Si es que ya lo decía aquella cancioncilla "Manolete, si no sabes torear pa que te metes".. pues cambiándola un poco.. "Miss Hyde, si no sabes escribir pa que te metes"
Lo mío, a mi edad, no tiene arreglo.

miércoles, 20 de enero de 2010

Lágrimas de sirena.

Ahora que ha dejado de llover, no paro de llorar.
Podría contar que es exactamente lo que me hace llorar, podría, pero... para qué.
Sé que las lágrimas no solucionan nada, lo sé, por experiencia lo sé. Y tal y como digo, efectivamente, no han solucionado nada. Sólo han servido para que tenga los ojos hinchados, aún menos bonitos que de costumbre. Pero es que cuando empiezo no sé parar.
Entre tanta lágrima, he charlado un rato con un amigo, y bueno, al final he dejado de llorar. Os cuento un secreto, aquí entre nosotros, ya sabéis, para que nadie se entere.
En un lugar, oculto a la vista de todos, soy una sirena. Una criatura mágica y caprichosa, que se deja ver muy poco, hay que estar muy atento, mirar justo en el instante que se debe mirar, y aun así...
Y mi amigo me ha recordado, que ha llovido mucho este año, que la tierra esta harta de agua y todos nosotros también, que sobran las lágrimas de sirena.
Y yo... he dejado de llorar.

domingo, 17 de enero de 2010

Siempre quiero más...

Voy a hacerlo otra vez...
Que se le va a hacer, soy débil, y siempre he pensado que uno de engancha a cualquier cosa que te de placer.
Y a mi esto me lo da, me hace sentir bien, me hace... volar.
Así que voy a gastarme los noventa euros ,que debería gastar según el telediario en las rebajas, en algo mucho más placentero.
De nuevo estoy embarcada en la aventura de un taller de escritura creativa. Aunque según Nadine Gordimer, no sirven para nada si no tienes talento.
¿Estaré tirando el dinero?

jueves, 14 de enero de 2010

Quiero,quiero, quiero....

Justo ayer le decía a un buen amigo, que lo envidiaba. Envidio su talento, su facilidad con las palabras. Él me dijo que yo no soy envidiosa. Pero soy humana. Deseo, quiero, envidio cosas que no tengo y que además, no hay posibilidad de que pueda obtener.
El talento para las letras, ¡Joder si lo envidio! Y sí, he escrito joder, dicen mis profesores que no se puede poner "corcholis" o "jolín", cuando lo que en realidad quieres es soltar un taco. Hay que ser real, y yo, me guste o no, también soy real. No soy un personaje de ficción, por mucho que trate de esconderme detras de... quien sea.
Y quiero escribir, quiero ganar premios, quiero publicar libros, quiero que todos me lean, quiero ser el nuevo Stieg Larsson( pero sin morirme), quiero ser absolutamente maravillosa, quiero que me envidien, quiero que me adoren.
Ahora que me he desahogado, volveré a tratar de ser la de siempre, mas... medida, y dejar de tener sueños de grandeza. Pero coño, por una vez, tenía que ser totalmente clara y real.

sábado, 9 de enero de 2010

Había una vez...

Había una vez.....
Los amantes perfectos.
Se querían, pero no estaban enamorados.
Jamás ni un sólo reproche, ni una pregunta de más.
Podían abrazarse tiernamente, o amarse con furia y pasión.
Nunca nada planeado, siempre aprovechando los momentos.
Momentos arrancados a dos vida que nada tenían en común. Tan distintos, tan iguales.
Nadie sabría nunca hasta que punto se conocían, y sin embargo, podían pasar por perfectos desconocidos.
Un secreto, que morirá con ellos.
Un secreto gritado en voz alta, pero que nadie se para a escuchar.
Seguros de que algún día, todo ha de terminar.
Porque todo lo que empieza.... tiene un final.

sábado, 2 de enero de 2010

Un año más.

Ha comenzado otro, un año más.
Hoy luce el sol, ha dejado de llover, tanta agua estaba empezando a calarme por dentro.
He escrito muchas cosas en mi cabeza estos días, a mi parecer, geniales, pero esta mala costumbre mía de guardarlo todo en la memoria....junto a tantas otras cosas...ha hecho que las olvide. Las recordaré, en cuanto me centre, en cuanto vuelva a la maldita rutina que me saque de esta otra rutina. Cuando los papeles de regalo estén todos en la basura, y el último polvorón abandone la bandeja de encima de la mesa. Cuando el árbol de Navidad, vuelva a su rincón a acumular todo el polvo de un año. Cuando las figuras del Belén, esta vez colocado por alguien con imaginación que ha usado sus Playmobil, vuelvan a la granja, la clínica veterinaria o el Arca de Noe y durante un año desempeñen otro papel. Entonces, recordaré y seguramente volveré a escribir todas esas cosas que he imaginado, pensado y creado, mientras rellenaba carnes, hacía salsas, pasteles y pan, esta pasada Navidad.