martes, 2 de junio de 2009

¿Yo, yo mismo e Irene?

Todos tenemos dos caras, puede que incluso más de dos.
Es evidente que yo las tengo, si no, no sería Miss Hyde.
Julio, que a casi todos os sonará de mi antiguo blog, y que suele leer lo que escribo, me ve en mis palabras.
Y repasando mentalmente, todos esos pequeños relatos que he ido pariendo en los ultimos años, he terminado por preguntarme. ¿A quién ve Julio?
Casi todos mis presonajes son alguien que no quieren ser. A ver, hay uno de una perfecta ama de casa y madre, que una noche a la semana, los jueves, deja a sus hijos con su madre y a su marido sentado delante del televisor con la cena. Sale de casa y se transforma en una femme fatale, que se dedica a "devorar" hombres en los garitos más sosfisticados. Cuando la noche acaba, ella no sabe si cada viernes al amanecer, se pone o se quita un disfraz.
Y en ese relato. ¿Quién era yo?
Otro ejemplo. Una hermosa joven de principios de siglo pasado, decide posar como modelo para un conocido pintor de la epoca, que desde que la ve, sólo piensa en hacer un desnudo. Ella es a la par de hermosa, digamos que....decente. Jamás ocurre en su vida nada que sea indecoroso. ¿Soy esa?
Otro más. Un hombre que pasa sus días en la barra de un bar, tiene un encuentro con una desconocida. La ve día tras día enamorandose sin remedio, y cuando se lo confiesa, ella desaparece. Él no sabe su nombre, ella ha insistido en que la llame por uno distinto cada noche. Todos ellos nombre de actrices, de esas de las películas en blanco y negro. Mae West, Veronica Lake y algunas otras que no recuerdo ahora mismo. Al final la encuentra, trabajando como taquillera en un cine donde hacen reposiciones. El será Humphrey para ella si es necesario. ¿Soy él o soy ella?
Y uno de mis favoritos. Un escritor que en pleno éxito se retira a un caserón en el campo. Allí encuentra un diario y conoce la vida de una mujer. El nunca ha salido airoso de sus relaciones, y en más de una ocasión hace mención de eso, sin embargo su libro trata de una mujer. En cuanto empieza a leer el diario, la desdichada vida de la autora lo absorbe ,y tienen lugar una serie de fenomenos sobrenaturales. Se obsesiona con la mujer del diario, tanto, que termina amándola. Y de nuevo pregunto ¿Quién soy yo?
Podria seguir, porque he escrito mucho más de lo que me pueda parecer hasta a mi.
Lástima que sólo sean para mi, y para mi reducido y exclusivo círculo de lectores. A los que desde luego les estoy más que agradecida, porque...qué haría yo sin ellos o mejor dicho. ¿Quién sería yo sin ellos?
Y por cierto, espero que todos entiendan el título, sigo sin saber cuál es el adecuado.

2 comentarios:

  1. uffff!! si te digo la verdad, me he quedado con la boca abierta...y con la mirada puesta en el infinito...bueno en la ventana...que pasa al infinito; en dos palabras,ni idea, no me entero del título:yo, se entiende, yo mismo, también pero Irene?...quién es?
    Bueno, tú sí que eres tú y tus consecuencias.
    Todos sabemos quienes somos, caso distinto, a veces lo que no sabemos hacia dóne vamos ni qué queremos.; suele pasar...y como buenos humanos...nos gusta, a veces, compliarnos..jaja así tal como se lee.
    Yo mientras que no te transformes en bruja hechicera o pájaro de mal agüero...sólo deseo que seas tú...que seas tu misma.
    besos y más besos.

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  2. Yo creo q en cada uno de los textos dejamos algo de nuestra personalidad, pero no quiere decir q todo lo q se escribe te refleje.
    A mí, personalmente, me gusta verte como una gran escritora.
    Saludos desde el Inframundo.

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