sábado, 5 de junio de 2010

Adiós

Llevo un tiempo considerándolo. Decir que ha sido una decisión repentina sería mentir. Desde que deje de ser Valentina, y aún cuando todavía lo era, sentía que ya no podía expresarme libremente aquí. No soy tan anónima como quisiera. Cada vez que escribo mido las palabras para no molestar a ninguno de los que me leen, porque todos son buenos amigos. Y cuando no las mido, termino por hacer que no se sientan bien, o mis palabras generan preguntas que no quiero contestar.
La única manera de poder ser totalmente libre es escapar de aquí, puede que vuelva a empezar en otra parte o puede que nunca mas busque un rincón así para mi. De momento y como suele decirse, voy a tomarme un tiempo
Ha sido un placer, fue bonito mientras duró, pero Miss Hyde y yo no tenemos futuro juntas.
Adiós.

viernes, 4 de junio de 2010

......

Vuelvo casi sin querer a mi antiguo blog. ¿Dónde se ha quedado esa pasión con la que escribía?
Recuerdo que cuando hice mi primer taller de escritura creativa, mi profesora me recomendó hacer uno de poesía. Y ahora que me leo, creo que yo también la veo, pero entonces no la sentía. No soy buena escribiendo, pero en esas antiguas palabras, creo en el amor y creo que me aman. Cuando he dejado de creer que eso es así, no lo sé, pero desde luego jamás podrán salir de mi palabras tan dulces como las que escribía en aquel tiempo.
He leído que Julio decía amarme, que se había enamorado de mi corazón. No sabía hasta que no lo he leído, que lleva años diciéndome eso mismo, y a mi me parecía que era una novedad... Quizá sus palabras también son fruto de la rutina, que termina instalándose en todas partes.
Siempre he dicho, y sigo manteniéndolo, que el amor es lo mejor que hay, mientras dura. Ninguna flor mantiene su belleza eternamente, y el amor termina por ajarse, mustiarse, secarse... morir. No hay riegos, ni abonos milagrosos, ni fertilizante alguno, que lo haga durar para siempre, ahora lo sé. Es posible que de esa maravillosa flor de amor, quede una semilla, algo que te haga pensar en renovación, en una nueva floración. Pero sólo es eso, cariño, respeto, amistad, algo latente, pero sin fuerza ni pasión.
En algún lugar del camino, he perdido esa fuerza, esa pasión, esas ganas de amar, he perdido la ilusión.
Lo gaste todo, tratando de que me quisieran, tengo la sensación de haber suplicado amor.
Nadie vio, la maravillosa flor que guardaba mi corazón, nadie se molestó en cuidarla un poco, en mimarla al menos un instante. Tomaron su color, su perfume, y la abandonaron cuando comenzó a perder belleza.
En el árido terreno donde antes había un frondoso jardín, aún pugnan por crecer algunas briznas de hierba, aún parece quedar vida. Aunque ahora, ni siquiera yo, me tomo la molestia de pasar por allí y regar un poco

martes, 1 de junio de 2010

Creer o no creer, esa es la cuestión.

De tanto recodar, los fantasmas del pasado cobran vida.
Y vuelvo a hablar conmigo misma en el espejo, y vuelvo a reñirme hasta hacerme llorar.
Los por qué y para qué, nunca obtienen respuesta, como mucho un... no lo sé.
Lo que hice en el pasado no tiene arreglo, y aunque pueda parecerlo no me arrepiento. Viví escasos momentos felices. Porque se es feliz en la ignorancia, feliz imaginando, feliz haciendo castillitos en el aire, feliz creyendo, feliz porque buscaba ser feliz.
El amor no es cosa de dos.
Basta con creer que te aman, basta con repetirte una y otra vez que la otra persona alberga por ti profundos sentimientos.
El amor es cuestión de uno solo.
Nunca nos mienten, nosotros creemos.
Nunca nos desengañan, simplemente dejamos de creer.
Y cuando un fantasma de repente cobra vida, vuelvo a ser la misma ingenua que era cuando ese ente existía e importaba en mi vida.
En realidad, solo me importaba a mi por que así lo quise yo.

jueves, 27 de mayo de 2010

El baúl de los recuerdos.

El roce de una mano en la espalda.
Unos ojos que se posan un instante en otros.
Una palabra a medio pronunciar.
Un beso robado, regalado.
Momentos que componen recuerdos para guardar, instantes de una vida. Retales cosidos unos a otros, algunos solamente hilvanados con puntadas grandes, lo justo para no perderlos. Otros cosidos y recosidos para no olvidarlos, sujetos firmemente en algún rincón del alma, de la memoria, del corazón.
Poner orden y sentido a los sentimientos.
¿Cuándo amé por primera vez?
¿Cuándo odié la última vez?
Responder, buscando y rebuscando en ese inmenso baúl de los recuerdos que todos tenemos en alguna parte. Algunas veces olvidado, otras perdido y muchas escondido, porque siempre hay cosas que no queremos que vuelvan a salir de el.
He desempolvado el baúl, tengo la llave en la mano, es vieja, oscura, pero abrirá la cerradura con facilidad. Dejará escapar cientos de fantasmas, que me susurran mil historias al oído.
Pienso sentarme a oírlos, y a recordar.

domingo, 23 de mayo de 2010

Y por qué no

Dicen que hay que escribir de lo que uno de verdad conoce.
Ha llegado el momento, de dejar salir todo de una vez.
En algún momento tenía que empezar a ser real.
Por qué callar lo que siento, lo que pienso, lo que me da rabia, lo que me hace llorar.
Por qué no reír, por qué no amar.
Por qué huir del deseo.
Por qué esconder la pasión.
Por qué voy a tener miedo.
Voy a mirarme en el espejo de las sirenas, y a ser quien desee ser.
Voy a empezar algo, y lo voy a terminar.
Sé que voy a conseguir.
Sé que será más de lo mismo, de lo de siempre.
Pero visto eso, no tengo nada que perder.
Así que....
Una vez puesto el título....
Sólo hay que seguir, y seguir y seguir..... hasta el final.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Un día soleado, tan gris...

Se levantan muros en el castillo. ¿Quién quiere encerrar a la princesa? Ya no ve el verde de los campos que rodean su torreón, ahora no hay más que otra pared, aún si encalar. Gris, tal y como ha sido todo el invierno, tan gris que no la deja ver la primavera.
Nadie acude en su auxilio, nadie va a venir a rescatarla.
Dónde están las promesas de amor cuando se necesitan. Dónde los caballeros que obtuvieron el premio de su inocencia.
Lágrimas de sirena, varada a contraluz.
Lágrimas de la que un día, quiso ser princesa.

jueves, 13 de mayo de 2010

Tócala otra vez... Alejandro..

No hay nada como volver con un viejo amor, alguien conocido con quien has reído y llorado, alguien que te ha acompañado en los buenos y en los malos momentos, alguien que siempre entendía como te sentías.
Este viejo amor mío, no es mas que alguien a quien hace tiempo no oía, no como hoy, así de seguido, cantándome al oído todas sus canciones de amor y desamor.
Había olvidado lo bien que me sienta oír a Alejandro Fernández, ya sé que por ahí hay quien se inspira en la música clásica, o en cualquier músico, compositor, cantautor, de esos que son ya "todo un clásico". Pero a mi me encanta este hombre, y sus letras sencillas, que tan acertadas han estado con mis sentimientos en más de una ocasión. Y siguen haciéndolo.
Y me dan ganas de hacer algo que el otro día me aconsejaba un buen amigo, suéltate, escribe, crea, y son estos y no otros los breves instantes en que me siento capaz, muy capaz de hacerlo.
Lástima que tenga que trabajar dentro de un par de horas, y no pueda quedarme simplemente a disfrutar, de la manera en que las letras van ocupando el espacio en blanco de la pantalla de ordenador.
Mañana, tal vez pasado... Alejandro.