martes, 18 de agosto de 2009

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El otro día, hablaba yo de ese lugar en el que se esconde la felicidad, lugar que pensaba no buscar, porque para que...para no encontrarla siempre hay tiempo.
Y resulta que no hay que buscarla.
Está entre sus brazos.
En mi cabeza apoyada en su pecho.
En sus besos.
En sus te quiero.
Y con todo eso, llega también la tranquilidad, esa que sí que andaba buscando yo...

viernes, 14 de agosto de 2009

Sólo digo, lo que todo el mundo ya sabe.

Se acaban las vacaciones.
Vuelta al trabajo, y vuelta a la rutina, o al menos a una rutina distinta de la de ahora.
Llevo días y días, practicamente sin hacer nada, creo que mi cuerpo se ha habituado a la posición horizontal en la que lo he mantenido más de un mes. De la cama al sofá, y del sofá a la hamaca, de nuevo sofá y de nuevo cama. No parecen unas vacaciones muy divertidas ¿verdad?, pero desde luego han sido muy tranquilas. Y tranquilidad es lo que necesitaba y lo que sigo necesitando, ahora tendré que buscarla a ratitos entre mis obligaciones diarias.
Vuelve la vida normal, o casi.
Mi vida.
Buena o mala, es la que hay.
Quizás llevo años buscando una felicidad, que en realidad no existe. Quizás la felicidad sea aceptar lo que se tiene, lo que se es, y dejar de buscar.
Tengo una amiga que tiene un canario. Un precioso pajarillo que cantaba sin cesar. Mi amiga pensó en hacerlo mas feliz, le compró una jaula más grande, le buscó una compañera, hasta le puso un nido acogedor y mullido. Se suponía que le estaba dando todo lo que el animal podía llegar a desear, lo estaba haciendo feliz. Pues bien, su compañera y él se llevaban a matar, de hecho hubo que separarlos, el nido desapareció porque ya no se necesitaba, y aunque la jaula sigue siendo grande, el canario ha dejado de cantar. No ha vuelto a emitir ni un solo trino. Está claro que la felicidad es algo así como los perfumes, es muy pero que muy personal. Nunca está donde puede parecer que está, y no por querer cambiar, por tener algo mejor y nuevo, vas a ser más feliz.
La receta de la felicidad no tiene ingredientes conocidos.
Y la que sirve para ti, o para ti, no funciona conmigo.
Por eso ahora sólo quiero tranquilidad, no pienso buscar, ni tratar de encontrarme, de momento sólo soy como soy, como he sido siempre. Con mi enorme parte negativa, y mi pequeña positiva, pero soy así, y es posible que tratar de cambiar eso, no me haga mas feliz.

domingo, 9 de agosto de 2009

Quitando el polvo.

El poeta eternamente enamorado de su musa.
Ese soy yo, siempre buscándote, inspiración.
Cuando te encuentro, entre los pétalos de una flor,
en las alas de una mariposa o la sonrisa de un niño.
Entonces me crezco.
Dejo de ser el niño enclenque que fui,
el hombre enjuto y sin atractivo que soy.
Para ser el poeta.
El apasionado, el aventurero, el amante,
el genio, el creador, el protagonista de mis mil poemas.
Cuando te marchas, dejándome en el más absoluto de los abandonos.
El mediocre, el vulgar, el insignificante,
vuelve a tomar posesión de mi.
Que anhelante espera el momento,
en el que vuelves a aparecer.
En el que susurres palabras a mi oído,
que me hagan de nuevo renacer.



Lo escribí hace tiempo, hoy ha aparecido, sin buscarlo. He vuelto a leerlo y me ha gustado. Nunca vio la luz, fue creado como un simple ejercicio que no llegué a entregar, otras palabras tomaron su lugar. Se trataba de escribir una poesía, verso libre creo que se llamaba, no lo recuerdo. La poesía no es lo mío, como tantas cosas en esta vida que no son lo mío. No me pregunteis que es lo mío, que se me da bien, que se hacer, para que valgo, no pregunteis porque tendría que dar una respuesta. Y ni yo misma quiero leerla.
Hoy he desenterrado estas palabras, de un poeta que no era nada sin su musa, sin su inspiración.
Alguien que como yo, se siente nadie, cuando está solo.

lunes, 3 de agosto de 2009

Hoy no hay título que valga...

En estos días de vacaciones, en las que paso casi todo mi tiempo tumbada al sol y leyendo, he llegado a pensar en dejar de escribir.
Olvidar que un día fui Valentina, que ahora soy otra, y que juntas somos algo así como la Santísima Trinidad.
Que sí, que escribir para uno mismo está muy bien, que dejo salir muchos sentimientos que no soy capaz de expresar de viva voz.
Pero... qué más da que los escriba o que los guarde en algún rincón de mi cabeza, donde seguro que hay espacio de sobra.
Además...tomé la mala costumbre de presentarme a todos esos "concursos", y que ya sé, que como digo a todos, no pretendo ganarlos. Pero a quien quiero engañar, sí que quiero, en realidad creo que es uno de los pocos sueños que tengo y que..mantengo..aún..
Así que..pensé en dejar de venir por aquí.
Pensé en dejar de llenar páginas en blanco.
Lo pensé y lo hice.
Bueno, aquí si que he venido, pero hace dos meses que no escribo nada.
Ni siquiera he tenido...mono.
He seguido como tal cosa, como si nada...
De seguir así, en algunos meses más....
Dejaré de mantener un sueño, mi sueño.