jueves, 11 de junio de 2009

Hoy.

Olía a trigo maduro, recién segado.
Como el olor de la paja fresca en un granero.
La primavera ha estado acariciando los campos.
La brisa fresca del amanecer, el sol asomando sin timidez alguna, el trajín de los pájaros.
Y todo eso, estamañana, justo antes de acostarme.
Dentro de un rato, el sol comezará a marcharse, despacio, como haciéndose rogar. Teñirá de rojo y naranja los montes, entreniéndose en dar las más maravillosas pinceladas, creando colores que no sé describir.
Y todo eso, desde mi ventana.
La luna se asomará a mi balcón cuando me vaya a dormir, velará mi sueño.

Y algunas veces digo, que no tengo nada.

3 comentarios:

  1. que le pasa a a esto...he perdido un comentario enterito!! uffff..eso es el calor..besos
    Me ha encantado lo que has escrito, me encanta el olor a campo, a trigo y amanaceres andaluces..besos

    ResponderEliminar
  2. ...la primavera ya ha dejado de acaraciar los campos de trigo y cebada..y da paso al verano...para que ese olor se convierta en el olor del pan recien sacado del horno..y que seguro que tú acabas de comprar de vuelta a casa a descansar.
    y como muy bien dices tú..cuántas cosas tenemos que no apreciamos!..que nos llegan através de nuestra vista, nuestro tacto, nuestro olfato y como no através de lo que escriben los demás.
    besos y más besos....qué calor!...espero que por esas sierras el fresquito os acompañe...

    ResponderEliminar
  3. A veces no valoramos lo q tenemos alrededor, pero otras veces sólo hace falta un minuto para ver cuanto tenemos.
    Saludos desde el Inframundo.

    ResponderEliminar