miércoles, 19 de mayo de 2010

Un día soleado, tan gris...

Se levantan muros en el castillo. ¿Quién quiere encerrar a la princesa? Ya no ve el verde de los campos que rodean su torreón, ahora no hay más que otra pared, aún si encalar. Gris, tal y como ha sido todo el invierno, tan gris que no la deja ver la primavera.
Nadie acude en su auxilio, nadie va a venir a rescatarla.
Dónde están las promesas de amor cuando se necesitan. Dónde los caballeros que obtuvieron el premio de su inocencia.
Lágrimas de sirena, varada a contraluz.
Lágrimas de la que un día, quiso ser princesa.

3 comentarios:

  1. Las princesas tenemos que aprender a salvarnos a nosotras mismas antes que otra cosa suceda, de lo contrario no importa cuantos principes anden por ahí, ninguno nos notará si no derrumbamos esos muros en el castillo.

    Un beso :D

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  2. ...cómo que nadie?...aqui hay un fiel caballero que viene en su rescate....sólo tienes que aguantar, esperar un poquito más...y este caballero te tendará la mano y te guiará por le camino de los sueños... y no debes llorar....por alguien o algo que no merece la pena.
    besos y más besos.....y que esta princesa no tema...siempre sentirá la sombra, el aliento, el ánimo de este fiel amigo....más besos

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  3. Que nunca un muro te impida ver la luz , abre una ventana , en tu alma , aunque sea imaginaria , la ventana de ti misma , la que te permitirá ver , discernir , disfrutar , la que no te muestra falsos paisajes , por la que no entran efímeras promesas , la que no miente cuando se abre y no entristece cuando se cierra.
    Malditos caballeros , aunque ya se sabe ..........cosas de nobles.
    <<<<<<<<<<<<<besos.
    Nemesio

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