He pasado un buen rato leyéndome a mi misma. He visitado mi viejo blog, Antes fui Valentina. Creo que algunas veces aún siento nostalgia y vuelvo allí, como quien visita a un viejo amigo. Voy de acá para allá, visito meses concretos o al azar, y al leer mis propias palabras recuerdo que las motivó, que sentía justo en el momento de escribirlas. Algo más de tres años de mi vida, de la vida de Valentina. Aventuras y desventuras. Risas y lágrimas. Amor y desamor. Y pasión, tanto la que da el amor, como la que va unida a un sentimiento parecido al odio, al resentimiento.
En fin... todo un culebrón.
Pero allí, algo en mí, tenía más calor.
Será que me vuelvo fría con los años...
Yo también regreso a mi antiguo blog de vez en cuando. El rememorar es bueno, a veces, pero no de contínuo eh?
ResponderEliminarSaludos desde el Inframundo.
Qué va!, si el paso de los años te hace más cariñoso, más dulce, más cálido; eso sí, a veces tenemos podiamos llamar la seguridad, el aplomo, de aparentar que no pasa nada, de no expresar nuestros sentimientos exteriormente,....pero en el fondo, los hay y de los buenos, siempre sobre algo o sobre alguien que, o bien hemos querido, queremos,....y esta pasión sólo se manifiesta en los abrazos ...en los besos...en las miradas.
ResponderEliminarUn besazo, un abrazo y una rosa...con el mayor afecto del mundo...de tu amigo Emilio