Sin querer, o tal vez queriendo, se lo conté a alguien, a quien quizá precisamente no debía contárselo. Tuve, como el borracho de mi último ejercicio, necesidad de vaciar mi alma sin que casi importe quien escucha. Y hoy, esa persona sale con otra, cosas de su vida, y yo, sigo, vuelvo a creer que tengo cosas que en realidad no tengo.
Debería limitarme a aquello que puedo de alguna manera controlar en mi vida. No perder los estribos, a no reclamar sobre lo que no tengo derecho, a no salirme del tiesto, de mi tiesto. A vivir lo mejor que pueda con lo que he elegido, y dejar de tener vidas alternativas.
Lo que no tengo, es porque no puede ser mío, ya debería haber aprendido la lección.
Soy estúpidamente torpe.
uff no creo que por eso seas torpe; y menos estúpida..., sólo te digo algo que es lo mínimo que puedo hacer...quiérete más...y intenta estar a gusto contigo misma.
ResponderEliminarbesosssssss
ah...ya vii el texto corregido del relato, no sé si se habrá corregio mucho, es cuestión de compararlo...y ya también se lo envié al periodista para que vaya dando forma y pida presupuestos...para hacer el cuadernillo...porque para libro no llega, no hay muchos relatos, creo que seis...ya te iré contando..besos
hola...
ResponderEliminarcomo yo siempre me digo... la esperanza jamas la perdere...asi que tu haz lo mismo
besos
De quedarse en el tiesto de uno , de la corrección ,de la resignación solo se obtiene infelicidad.
ResponderEliminarAh sigue teniendo tu - tus vidas alternativas , son un buen bálsamo para los quebrantos de la oficial que tiene uno.
Nemesio
No eres torpe, eres humana... todos nos equivocamos, pero aprendemos de ello.
ResponderEliminarSaludos desde el Inframundo.